La centuria silente

CULTURA MUNICIPAL

 LOS MUNICIPIOS. (174)

 LA HISTORIA DE MOCA. (24)

Por ARTAGNAN PÉREZ MÉNDEZ.

 Moca.- La centuria silente.   Ciertamente,  no se conoce persona alguna a la cual pueda atribuirse la fundación de la villa de Moca,  posteriormente convertida  en el transcurso del tiempo, en lo que actualmente es la ciudad de Moca,  municipio cabecera de la  provincia Espaillat. Es un hecho cierto que Moca  no cuenta con un fundador individualmente considerado, sino, como hemos afirmado anteriormente, nace de la tierra misma, como las buenas simientes regadas desde lo alto del cielo.

Lo más arcaico es  el nombre: Moca, pues  algunos historiadores  han asegurado que este es el nombre  del río y es evidente que sus aguas corren desde  tiempos inmemorables, cuando  todavía ni se podía soñar que en  sus    márgenes se levantaría y  posteriormente desarrollaría la ciudad que lleva este nombre igual que las aguas que lo bañan  por la parte oeste, hasta  confundirse como generoso afluente, en el río Licey.

 En estas notas históricas nos hemos explicado sobre el Sitio de Moca, porque  es  más antiguo que el pueblo que hoy se levanta como próspera y progresista ciudad.

Se puede repetir que el sitio  existía en el siglo  XVII, es decir de  1701 en adelante. Pero ¿qué se conoce sobre la historia de Moca, durante el período 1701 al 1800?  Esta es la centuria silente de nuestra historia local.

La tradición oral es madre nutricia de la historia de  los pueblos. Hasta la religión  la toma en cuenta, aunque siempre  es dable afirmar  que la misma puede contener  imprecisiones, errores, datos  si no falsos, al menos exagerados o no totalmente ciertos.

El período colonial de La Española no recoge  el nombre de Moca,  como población, como  ha ocurrido con  La Vega, Azua La Isabela vieja y nueva y otras.

También los hechos trágicos o las catástrofes  naturales  marcan el tiempo de los  sitios. Nosotros recogemos  el degüello de Moca, acaecido en 1805, como hito   trágico es cierto, pero  al menos nos sirve para  afirmar que Moca era ya y conglomerado de personas, con  fisonomía  rural  o  muy poco urbana, cobijada bajo el alero de canas  un templo consagrado a Nuestra Señora del Rosario.

Para lograr algunos datos o informaciones que nos permitan hilvanar la historia del pueblo de Moca y su ulterior evolución, es imprescindible hurgar los archivos religiosos, pero  lamentablemente el más antiguo que poseemos es el de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario que data desde el año 1822, año en el cual se realiza la  ocupación haitiana 1822-1844. 

No es aventurado afirmar que existíamos como sitio de Moca con anterioridad a la ocupación haitiana. Mejor aún: comenzábamos a  desarrollarnos como Poblado   pues han sido precisamente los haitianos quienes  nos elevaron a la categoría de común, ello así para romper la tradición española de municipios y adoptar la que nos viene  de la  no muy larga ocupación francesa.

Los mocanos de ayer  es evidente que conservaron  en su mayoría la adhesión a la Madre Patria España. De españoles descendían las principales familias. Es factible  considerar que  actitudes esclavistas también fueron, posiblemente,  asumidas por nuestros ancestros.   Ni haitianos ni franceses se arraigaron en nuestro medio mocano, por razones  étnicas los  primeros y  asuntos de raigambre los segundos.

La primera noticia histórica sobre Moca, la recoge la tradición, como ocurre con muchas de la  evolución de los pueblos. Es precisamente la tradición, recogida por algunos, las que afirma que la primera casa del sitio de Moca, fue la del señor Lorenzo García,  que por su origen francés lo llamaban popularmente el Musié García o tal vez mal pronunciado, el Musú García. Siempre queda como enigma no descifrado como puede apellidarse un  francés o uno de origen galo: García.

También la tradición, recogida principalmente por don Elías Jiménez, se asegura que el Musú García estaba casado con Mariquita Ferreras, que en algunas  narraciones aparece como Marquita, lo cual me parece incorrecto. Estos esposos no procrearon hijos, pero adoptaron a un sobrino y ahijado  que respondía al nombre de  José Antonio García, quien, según la tradición, levantó la primera casa del sitio de Moca. ¿Cuándo? No lo  sabemos pero es posible que fuera en el siglo XVII.