miércoles, 5 de agosto de 2009

NUNCA MAS OTRO GORILA EN AMÉRICA

Por Juan Pablo Acosta García
Durante la guerra fría Estados Unidos estableció un criterio según el cual no permitiría nunca jamás otra Cuba en América. Bajo ese pretexto se nombró gobernadores en casi toda la América Latina. Esos hombres asesinaron a mansalva a sus pueblos. Trujillo, Batista, Duvalier, etc., son pequeñas muestras de estas patrañas humanas. Ahora los mismos gorilas de siempre han derrocado al Presidente de la República de Honduras, so pretexto de que "violaba las leyes". (Seguramente instigado por Leonel Fernández, Hugo Chávez, Evo Morales, y el resto de esa camarilla de comunistas de nuevo cuño).
¿Cuál es la realidad de la situación? América Latina ha despertado e igual que hizo el continente cuando decidió liberarse de los colonizadores europeos ha tenido que hacer ahora de la potencia del norte. Aunque hay que ser objetivo. Estados Unidos con Barack Obama a la cabeza ha cambiado de actitud, pues hasta el imperio ha tenido que pedir el retorno del presidente Zelaya.
Desde la caída del muro de Berlín el mundo cambió. El que no pudo entenderlo se quedó en el siglo XIX. (Mucha gente, ¿pensante? no tiene capacidad para entenderlo) El mundo cambió y no puede haber otro gorila en América Latina. El que no entienda eso debe callarse. El pueblo latino no puede volver a la época de las tinieblas en la que cualquier cabo de la guardia asesinaba a un ilustre ciudadano y no sucedía nada. (Es que no recordamos a Orlando Martínez, al cual profanamos cada año durante un alegado Día del Periodista). Tampoco recordamos a Gregorio García Castro. (Ese era primo de Fidel, se merecía bien la muerte por comunista). Nos olvidamos de Narciso Gonzáles (Narcisaso)
América Latina no puede aceptar otro gorila así tenga que alzarse en arma todo el pueblo. América Latina debe levantarse como un solo pueblo que es y exigir que se vaya el clan golpista, compuesto por violadores de la ley y militares esbirros que asesinan su pueblo. El presidente Manuel Zelaya fue elegido por el voto libre de su pueblo y debe cumplir el período para el cual fue escogido. El que no pueda esperar ese plazo para ser presidente debe inventar un país e inventar un gobierno, pero en Honduras no puede gobernar, puesto que el pueblo eligió su presidente y es él quien debe terminar su período.
En el caso de Honduras el mundo ha reaccionado en contra del golpe de estado. La Unión Europea, Estados Unidos, la OEA, la ONU, El SICA, y, en fin, todos los pueblos del planeta han pedido el restablecimiento del orden constitucional en el país sudamericano.
Nos guste o no, el presidente de Honduras es Manuel Zelaya y no el títere de los gorilas militares que es el llamado presidente del "parlamento", ahora del país. América y el mundo deben reponer a Zelaya. El es el único y legítimo presidente de todos los hondureños.


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