domingo, 2 de enero de 2011

La filantropía de Freddy Beras Goico




Por: Lic. Amable Guzmán
MOca.- Desde que nos enteramos del fallecimiento del hombre mas versátil, aquella fría mañana de noviembre. La llegada de su cuerpo por el aeropuerto Internacional Dr. José Francisco Peña Gómez, el seguimiento que dimos a aquella caravana espontánea y de apoyo por toda la ruta que lo conduciría a la funeraria de la Abraham Lincoln; su posterior traslado a Bellas Artes, el retorno a la funeraria, para que partiera el domingo 21 a su última morada, sin antes pasar por Color Visión, planta televisiva que lo acogió por décadas.
Hasta ese momento no había realizado ningún esfuerzo por iniciar a escribir sobre la vida de un hombre, que nadie se atreve a dudar, que fue verdaderamente un filántropo.
Pero antes vamos a presentarles algunas definiciones en relación con filantropía:
Persona que ama a todas las personas y se dedica a ayudarlas y a procurar su bien de manera desinteresada.
Persona que se distingue por su amor a sus semejantes.
En general, la filantropía significa el amor al género humano y todo lo que a la humanidad respecta, particularmente, en su forma positiva y constructiva, expresado en la ayuda a los demás sin que necesariamente se requiera de un intercambio o interés alguno en una respuesta.
Persona que se destaca por su amor a sus semejantes y que emplea actividad, capital, etc. En beneficio de los demás.
Es que todo aquel, que de alguna manera haya tenido la oportunidad de conocer parte de la vida de Freddy, no tiene duda alguna, que cualquier definición que encarna la profundidad de la filantropía, sabe que le sirve a la exacta medida, por todo lo que hizo en su diario vivir.
Me expreso con todo el conocimiento de causa, porque en una visita que hiciera a Moca, específicamente a la empresa Grupo Rojas; la cual le hizo un merecido reconocimiento a su labor humanitaria, evento conducido por mi; se me acercó, cuando concluí la maestría de ceremonia, donde me expresaba las gracias, cargadas de dulces palabras, que parecían salir de la voz de un ángel maestro, con sencillez, humildad y una motivación de proyección en la vida, que elevaban por los altos los deseos de vida y un eterno agradecimiento a Dios por este regalo.
El legado de su obra está ahí y se manifestó durante los días del velatorio, visto por millones de seres humanos.
Aquellas personas, que de una u otra manera él les sirvió, ya sea directa o indirectamente, por su propio esfuerzo, o la intervención de un conocido, la aportación de una oración para alcanzar el propósito, de que sus semejantes alcanzaran el bienestar deseado. Las escenas del pueblo sencillo al que se le entregó, personas con válvulas del corazón, que agradecen la vida a él; niños portando pancartas, con letreros de agradecimiento por lo que hizo en algún momento por ellos; otros expresaban un “Te quiero Freddy” frente al ataúd que contenía su cuerpo. Mientras una madre con su niña cargada, expresaba su agradecimiento a la multitud, porque gracias a Freddy Beras Goico, su niña ya caminaba por si sola.
Pero un gran mensaje nos queda, es que todo esto no fue planificado, ni se mandaron a buscar a las personas en una guagua para que asistieran al velatorio, ni se le llenó el tanque de gasolina, para que asistieran; no se le entregó dinero a los motoconchos, mucho menos se les ofreció comida, como hacen los políticos, cuando quieren realizar actos de maza, como el que vimos durante los días posteriores a la muerte de uno de los grandes hombres de República Dominicana y de América. Muy por el contrario, como ocurre con los políticos, las banderas y pancartas de manifestación de cariño, eran fabricadas y costeadas por los propios asistentes.
Freddy nunca pidió nada a cambio de los servicios que ofrecía a las personas que lo abordaban, cuando tenían alguna necesidad o preocupación; condición que lo hace merecedor de ser un filántropo.
Fueron muchas las veces, que sirvió de mediador, ante momentos en que el país se enfrentaba alguna dificultad, de cualquier índole. Ofreciéndose tanto él, como sus programas, para buscarle alternativas de solución a la Patria, que tanto quiso y defendió.
En otros momentos, logró mitigar el revanchismo político, alcanzando el objetivo de que líderes que guardaban distancias personales, se abrazaran frente a las cámaras de televisión; para que todo el pueblo viviera y sintiera ese gran mensaje de unidad y perdón.
Varias veces, gobernantes y candidatos le solicitaron que fuera su compañero de boleta en elecciones presidenciales; mientras otros le ofrecieron cargos públicos, los que siempre rechazó, porque estaba convencido, que daba mucho más desde los escenarios donde trabajaba.
Es satisfactorio como dominicano, el haber tenido un hombre de la calidad y dimensión humana, que tuvo Freddy; por lo que debemos tenerlo como guía, de todas nuestras actuaciones positivas.
E-mail: amable_guzman@hotmail.com

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