Por: José
Guillermo López.
El
17 de marzo de 2013, siendo domingo, a media mañana, llegó el Presidente Medina
al Distrito Municipal de Villa Trina. Su comitiva era reducida pero de gran
calidad por la estatura en el tren gubernamental. Un villatrinense, de bajo
perfil pero de incidencia en los planos gubernamentales del PLD, Pablo Espinal
(EPD) trajo al Presidente a su lar nativo.
Junto
a otros, aun vivos, logró el demandado acueducto con el entonces Presidente
Fernández, gracias a Dios concluido por el Presidente Medina. Dejó en carpeta
las carreteras y la de Villa Trina los Bueyes se inició hasta un 80% (hace más
de un año está paralizada y deteriorándose)
De
los acuerdos hechos por el Presidente con los convocados al Club Brisas de
Jamao, hasta hora no se ha cumplido ni uno.
Los
funcionarios locales y nacionales hemos hecho quedar mal al Presidente.
Del
pedimento de renegociación de la deuda de los vegetaleros con Bagricola no ha
cuajado una. Muy por el contrario, casi todas las garantías han sido
ejecutadas.
Los
fondos frescos para la reconstrucción y fomento de nuevos túneles para la
producción de vegetales y una planta empacadora; todavía no se concretiza. Se
dice que por disposición del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario
(FEDA) la empacadora se trasladó hacia el Distrito Municipal de Juan López que
también la necesitaba; ya esta construida pero tiene un año cerrada.
Los
productores de muebles de Villa Trina, todavía esperan la reorganización de sus
talleres, los fondos señalados y el pedido de 40 mil pupitres.
Al
finalizar el acueducto se hace impostergable la reconstrucción de sus calles,
la carretera principal y la continuación de sus caminos vecinales.
Gracias
al acueducto, por la necesidad de bombeo, el voltaje y las horas luz han
mejorado. Esto permite mejor uso de los electrodomésticos. Se ve más
televisión, se tienen mas celulares y la comunicación es mejor. Es decir que
los villatrinences
están más informados y han visto muchas comunidades progresar con las Visitas Sorpresas del Presidente Medina.
Entonces
se preguntan y nosotros, qué?
Nosotros,
los que tenemos responsabilidades en el tren gubernamental, debemos redoblar
los esfuerzos con las autoridades nacionales para que la política dirigida al
campo del Presidente no caiga por la borda.
Sectores
de Villa Trina han comenzado a desesperarse, iniciaron y hasta contrataron
especialistas en desordenes, para elevar sus reclamos.
Ante
eso ha habido promesas de ejecución de obras. Pero de los productores de
muebles y vegetales, qué?
Si
a Villa Trina se le cumple no hubiera sido necesario ir a pedir perdón y
convocar a la dirigencia política para exigirle esfuerzos extraordinarios en la
venta de figuras que lejos de acompañarlos en las soluciones, lo que han hecho
es recriminarles cuando se pide cumplimiento.
Villa
Trina que en sus momentos de gloria productiva de café llegó a tener cerca de
30 mil habitantes hoy se debate entre la vida y la muerte con algunos 5 mil.
Salvemos
lo que queda porque ese terruño significa mucho para la nación dominicana.
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