Por Luz Bienvenida González, M.A.
Durante el siglo XVIII se estableció el sistema escolar en Pursia; en Rusia empezó la educación formal. El teórico educativo más relevante de este siglo fue Jean-Jaques Rousseau.
A Jean-Jaques Rousseau se le considera como el iniciador de una “revolución copernicana”, el “liberador de los niños”, y el “padre” de la educación progresista moderna, el cual concebía al niño en el centro del proceso educativo. Uno de los aportes más relevantes de Rousseau, radica en haber pensado la educación como la nueva forma de un mundo que había iniciado un proceso histórico de dislocación. Rousseau fue objetivo al señalar que el niño es "un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño."
Rousseau, sostenía que, el origen de todos los males de su época, estaban en la sociedad, y en sus efectos sobre el sujeto; como alternativa, propone la transformación interna de éste, por medio de la educación.
En la obra Emilio, Rousseau establece su concepción humanística y las características de la educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos: "las ideas centrales de Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad." La obra Emilio, sin lugar a dudas, es el resultado de la revisión de la pedagogía tradicional, desde la óptica renovadora del pensamiento de la Ilustración.
En Emilio, Rousseau, expresa que un niño, alejado de la sociedad, debe ser asistido por un educador, el cuál intentará que surjan libremente “del fondo de su alma”, los buenos criterios morales, no corrompidos aún, por la sociedad. De esta atención individualizada, se desprende otro de sus principios pedagógicos: “El niño no es un adulto en miniatura, sino, un ser humano que atraviesa sus propias fases de desarrollo”. El juicio moral, surgirá de la sensibilidad educada, y de la conciencia surgirá la razón.
Emilio, es una obra pedagógica, donde se definen los nuevos fundamentos, para una pedagogía, acorde a los tiempos que corrían. Allí establece las características de la educación para una sociedad formada por ciudadanos libres, participativos, y que deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos, es decir, formar un nuevo hombre para una nueva sociedad.
El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta etapa a partir de explicaciones o libros.
Rousseau restringe el tema de la educación al intervalo de la vida humana comprendida entre la infancia y la madurez. Posteriormente, alcanzada o afianzada la autonomía moral y la autosuficiencia individual cualquier actuación educativa no cabe sin contradecir la libertad del individuo, al fin y al cabo la educación es depender de otra voluntad aunque en el proceso educativo eso se disfrace.
Otro pedagogo que hizo aporte relevante a la educación, lo es Iván Illich, para los educadores, es considerado como el padre de la educación desescolarizada, el autor que condena de manera irreductible el sistema escolar y las escuelas caracterizándolas como una de las múltiples instituciones públicas que ejercen funciones anacrónicas que no se ajustan a la velocidad de los cambios y sólo sirven para dar estabilidad y proteger la estructura de la sociedad que las produjo.
Iván Illich, insistía en que la esencia del programa educativo debía consistir en desarrollar la habilidad de percibir el significado de las cosas en la gente proveniente de culturas diversas. Illich, fue un crítico implacable contra la escuela pública, fundamentalmente por su centralización, su burocracia interna, su rigidez y sobretodo, por las desigualdades que encubre.
La obra de Illich, titulada La sociedad desescolarizada (l970) trata cuatro ideas centrales:
· La educación universal por medio de la escolarización no es viable y no lo sería más si se intentara mediante instituciones alternativas construidas según el modelo de las escuelas actuales.
· Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de nuevas herramientas y métodos, ni el intento por ampliar la responsabilidad de los maestros hasta que englobe las vidas completas de sus alumnos dará por resultado la educación universal.
· La búsqueda actual de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antítesis institucional: tramas educacionales que aumenten las oportunidades de aprender, compartir, interesarse.
· No sólo hay que desescolarizar las instituciones del saber, sino también el hecho de la sociedad.
De las aserciones anteriores se deduce, que la desescolarización, es un movimiento que pide la desaparición de la escuela, como reacción radical al mito de la misma como institución que educa. Se debe entregar la misión educativa a la sociedad convivencial y humana, que ofrece al hombre la posibilidad de ejercer la acción más autónoma y más creativa, con ayuda de las herramientas menos controlables por los otros.
En otro orden, en el escenario de las teorizaciones en el área de la pedagogía surge Karl Marx, el cual platea que la enseñanza debe fundamentarse, únicamente en cosas ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso. Marx, concibe La enseñanza en relación con lo social, defendiendo así, la adquisición de conocimientos que constituyen también el acervo de los logros del desarrollo del pensamiento humano.
Marx planteó la reivindicación de la enseñanza obligatoria, para poner fin al martirio de la infancia obrera, a la que se le negaba toda escolarización y se la obligaba a trabajar en las llamadas "casas de sudor". El papel social de la escuela se configura pues, sobre todo para él, como una integración de la fábrica, así como el aprendizaje de los oficios era una integración del taller artesano.
Para Marx la estructura escuela queda esencialmente destinada al conocimiento de lo que es necesario al hombre en el “reino de la necesidad”; lo demás, lo que le coloca en el “reino de la libertad”, él, muy lejos de negarlo, lo remite más bien a la vida cotidiana, en el trato espiritual con los adultos.
Para Karl Marx, La educación es un instrumento en manos de la clase dominante que determina su carácter adecuadamente a los intereses de clase, así como el ámbito que abarca la enseñanza para su propia clase y para las clases oprimidas. Marx desenmascara constantemente esta cuestión e indica también lo que significa realmente la enseñanza en la sociedad capitalista para las distintas clases.
Marx, en relación a la religión y su participación en establecimiento de instrucción, es preciso en señalar que la escuela debe estar desligada de la iglesia.
El marxismo en lo referente a la educación, dentro de distintos enfoques contiene en forma especial todo un sistema sociológico, no es esta una escuela exclusivamente sociológica; sus aspectos fundamentales son varios abarcando además del sociológico, el filosófico, el económico y el político. Así también abarca fenómenos humanos tales como el arte, la familia, etc. Por lo que se debe considerar como una escuela de carácter integral.
Durante el siglo XVIII se estableció el sistema escolar en Pursia; en Rusia empezó la educación formal. El teórico educativo más relevante de este siglo fue Jean-Jaques Rousseau.
A Jean-Jaques Rousseau se le considera como el iniciador de una “revolución copernicana”, el “liberador de los niños”, y el “padre” de la educación progresista moderna, el cual concebía al niño en el centro del proceso educativo. Uno de los aportes más relevantes de Rousseau, radica en haber pensado la educación como la nueva forma de un mundo que había iniciado un proceso histórico de dislocación. Rousseau fue objetivo al señalar que el niño es "un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño."
Rousseau, sostenía que, el origen de todos los males de su época, estaban en la sociedad, y en sus efectos sobre el sujeto; como alternativa, propone la transformación interna de éste, por medio de la educación.
En la obra Emilio, Rousseau establece su concepción humanística y las características de la educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos: "las ideas centrales de Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad." La obra Emilio, sin lugar a dudas, es el resultado de la revisión de la pedagogía tradicional, desde la óptica renovadora del pensamiento de la Ilustración.
En Emilio, Rousseau, expresa que un niño, alejado de la sociedad, debe ser asistido por un educador, el cuál intentará que surjan libremente “del fondo de su alma”, los buenos criterios morales, no corrompidos aún, por la sociedad. De esta atención individualizada, se desprende otro de sus principios pedagógicos: “El niño no es un adulto en miniatura, sino, un ser humano que atraviesa sus propias fases de desarrollo”. El juicio moral, surgirá de la sensibilidad educada, y de la conciencia surgirá la razón.
Emilio, es una obra pedagógica, donde se definen los nuevos fundamentos, para una pedagogía, acorde a los tiempos que corrían. Allí establece las características de la educación para una sociedad formada por ciudadanos libres, participativos, y que deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos, es decir, formar un nuevo hombre para una nueva sociedad.
El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta etapa a partir de explicaciones o libros.
Rousseau restringe el tema de la educación al intervalo de la vida humana comprendida entre la infancia y la madurez. Posteriormente, alcanzada o afianzada la autonomía moral y la autosuficiencia individual cualquier actuación educativa no cabe sin contradecir la libertad del individuo, al fin y al cabo la educación es depender de otra voluntad aunque en el proceso educativo eso se disfrace.
Otro pedagogo que hizo aporte relevante a la educación, lo es Iván Illich, para los educadores, es considerado como el padre de la educación desescolarizada, el autor que condena de manera irreductible el sistema escolar y las escuelas caracterizándolas como una de las múltiples instituciones públicas que ejercen funciones anacrónicas que no se ajustan a la velocidad de los cambios y sólo sirven para dar estabilidad y proteger la estructura de la sociedad que las produjo.
Iván Illich, insistía en que la esencia del programa educativo debía consistir en desarrollar la habilidad de percibir el significado de las cosas en la gente proveniente de culturas diversas. Illich, fue un crítico implacable contra la escuela pública, fundamentalmente por su centralización, su burocracia interna, su rigidez y sobretodo, por las desigualdades que encubre.
La obra de Illich, titulada La sociedad desescolarizada (l970) trata cuatro ideas centrales:
· La educación universal por medio de la escolarización no es viable y no lo sería más si se intentara mediante instituciones alternativas construidas según el modelo de las escuelas actuales.
· Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de nuevas herramientas y métodos, ni el intento por ampliar la responsabilidad de los maestros hasta que englobe las vidas completas de sus alumnos dará por resultado la educación universal.
· La búsqueda actual de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antítesis institucional: tramas educacionales que aumenten las oportunidades de aprender, compartir, interesarse.
· No sólo hay que desescolarizar las instituciones del saber, sino también el hecho de la sociedad.
De las aserciones anteriores se deduce, que la desescolarización, es un movimiento que pide la desaparición de la escuela, como reacción radical al mito de la misma como institución que educa. Se debe entregar la misión educativa a la sociedad convivencial y humana, que ofrece al hombre la posibilidad de ejercer la acción más autónoma y más creativa, con ayuda de las herramientas menos controlables por los otros.
En otro orden, en el escenario de las teorizaciones en el área de la pedagogía surge Karl Marx, el cual platea que la enseñanza debe fundamentarse, únicamente en cosas ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso. Marx, concibe La enseñanza en relación con lo social, defendiendo así, la adquisición de conocimientos que constituyen también el acervo de los logros del desarrollo del pensamiento humano.
Marx planteó la reivindicación de la enseñanza obligatoria, para poner fin al martirio de la infancia obrera, a la que se le negaba toda escolarización y se la obligaba a trabajar en las llamadas "casas de sudor". El papel social de la escuela se configura pues, sobre todo para él, como una integración de la fábrica, así como el aprendizaje de los oficios era una integración del taller artesano.
Para Marx la estructura escuela queda esencialmente destinada al conocimiento de lo que es necesario al hombre en el “reino de la necesidad”; lo demás, lo que le coloca en el “reino de la libertad”, él, muy lejos de negarlo, lo remite más bien a la vida cotidiana, en el trato espiritual con los adultos.
Para Karl Marx, La educación es un instrumento en manos de la clase dominante que determina su carácter adecuadamente a los intereses de clase, así como el ámbito que abarca la enseñanza para su propia clase y para las clases oprimidas. Marx desenmascara constantemente esta cuestión e indica también lo que significa realmente la enseñanza en la sociedad capitalista para las distintas clases.
Marx, en relación a la religión y su participación en establecimiento de instrucción, es preciso en señalar que la escuela debe estar desligada de la iglesia.
El marxismo en lo referente a la educación, dentro de distintos enfoques contiene en forma especial todo un sistema sociológico, no es esta una escuela exclusivamente sociológica; sus aspectos fundamentales son varios abarcando además del sociológico, el filosófico, el económico y el político. Así también abarca fenómenos humanos tales como el arte, la familia, etc. Por lo que se debe considerar como una escuela de carácter integral.