jueves, 21 de mayo de 2009

ESPECTÁCULO VERGONZOSO

Juan Pablo Acosta Garcia
Es realmente vergonzoso el espectáculo que están dando los legisladores que asisten a la modificación de la actual constitución de la República. Ciertamente, no podemos pedirle a gente sin ninguna o muy escasa preparación que actúe de otra manera, pero por lo menos estos señores deberían tener algo mas de criterio al hablar. El tema mas discutido, hasta ahora, ha sido el texto del artículo 30 del proyecto de modificación que establece la garantía estatal a la vida desde su concepción hasta la muerte.
Hemos visto cómo una buena parte de los legisladores que han tomado parte en los debates, a parte de ser ignorantes repugnantes, son indelicados. Se acusan de corruptos sin miramiento. Se acusan de traidores, farsantes, anticristiano, y cuantas diabluras mas puede llegarles a sus pobres mentes.
¿Que podrá salir de una Asamblea de tal calaña? Es cierto que no todos los asambleístas han hecho uso de la palabra y eso nos da la esperanza de que cuando aquellos que faltan, la tomen, reinvidicarán a los que les han antecedido. Particularmente creemos que cuando les toque el turno al Senador de Espaillat, Lic. Andrés Bautista García y al de Santiago de los Caballeros, Lic. Francisco Dominguez Brito, entre otros, la cosa va a cambiar. Todos conocemos la capacidad de estos dos senadores así como su compromiso con las mejores causas de la nación.
Es urgente que se tomen medidas para que un carajo cualquiera, cuyos únicos méritos son haber quemado goma y tirado piedras durante una campaña electoral, no llegue a Senador o Diputado. Que un politiquero acuse a otro de corrupto, ladrón, y de cuantas cosas mas, está bien. Pero que un legislador, en medio de la solemnidad de una Asamblea Revisora le endilgue a sus compañeros tantas cuestiones de naturaleza moral, es inadmisible. ¿Por qué se acusan los legisladores entre sí de ser corruptos? A confesión de parte, relevo de prueba, reza un dicho jurídico.
Ese triste y lamentable espectáculo cuyo epicentro es la Asamblea Nacional, es asqueante y deprimente. Ver el pobre desempeño de un grupo de legisladores es altamente preocupante. Esos señores se paran a hablar y a opinar de cuantas cosas les pasa por sus mentes, sin saber de lo que están hablando. Así cuando tocaron el tema del aborto había que verlos hablando del "semen que se junta en el ovario" (seguro quería decir el espermatozoide que fecunda el óvulo.
Es una lástima que el más importante documento de la nación sea aprobado por gente de tan poca monta. Es urgente que los votantes aprendan a distinguir entre un legislador tira piedra y quema gomas y un verdadero representante del pueblo. Nos asusta lo que pueda salir de esa Asamblea. Que Dios nos tome en cuenta y nos libre de ese grupo de caballos (aunque también debemos decir que indiscutiblemente hay uno que otro legislador que dignifican sus respectivos hemiciclos).
De todos modos, vamos a ver lo que sucede en el futuro inmediato. Aunque confesamos que desgraciadamente el pueblo dominicano fracasó con legisladores de la naturaleza de los que nos representan actualmente en la Asamblea Revisora.

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