domingo, 1 de agosto de 2010

PANORAMA ELÉCTRICO Y DESARROLLO DOMINICANO

Juan Pablo Acosta García
Los dominicanos nos esforzamos por decir que vivimos en un gran país. Obviamente, eso es una gran mentira. Primero, porque la corrupción nos asfixia de tal suerte que ya a nadie parece importarle ese flagelo. (la corrupción no es un mal exclusivo del sector público puesto que la del sector privado es igual o peor que la de aquel). Segundo, porque la incapacidad gerencial de los administradores del Estado es de una proporción tan grande que parece imposible la solución de los grandes problemas nacionales. Si observamos las declaraciones de las autoridades del sector eléctrico dominicano de que hay más de un millón de usuarios ilegales conectados al servicio energético nos damos cuenta de que la maldita politiquería va a provocar el resurgimiento de otro trujillo. (aunque sea con minúscula).
¿Cómo es posible que las autoridades del sector eléctrico sepan que hay un millón de usuarios ilegales conectados a las redes eléctricas y no hagan nada para solucionar ese problema? Lo que sucede es que ese millón de ladrones vota y eso debe ser tenido en cuenta por los que quieran usurpar el poder político en el país.
El desarrollo de la República está directamente vinculado a la solución del problema energético nacional. Pero, si observamos lo que ocurrió en el pasado mes de mayo y en el presente mes de junio nos quedaremos con la boca abierta. Por ejemplo, si en el pasado mes mayo su cuenta por consumo energético le llegó por la suma de mil pesos, en el mes de junio le llegó (a penas el día 5 ó 6 del citado mes) entre dos mil y dos mil seiscientos pesos. Esto es, más del doble balance del mes anterior. Esto se debe a que una buena parte de los gastos de compra de conciencia y del pago de la corrupción política en las elecciones del 16 de mayo último hay que buscarlos entre los más pendejos que son los que pagan el servicio energético. Desde luego, a los ladrones (un millón) no se les puede cobrar el servicio porque entonces no votan por tal o cual candidato.
A un país sumergido en tan infeliz situación no le queda otro camino que hundirse por no decir joderse. ¿Cómo es posible que se piense en el desarrollo de la nación si la mitad de la energía eléctrica que se consume en el país la pagamos unos cuantos "tontos", mientras un millón de ladrones disfruta de un servicio que no paga? Es indignante saber que mientras un millón se roba la energía, cuyo único mérito es votar cada 2 años (4 en lo adelante) por tal o cual partido o candidato, el resto de la población debe pagar su consumo y el de ellos, puesto que a esos "infelices" no se les puede hacer fuerza para cobrarles lo que se roban, ya que sus votos valen lo mismo que el de los sacrificados que sí la pagan.
Siempre he dicho que probablemente sea el último que se marche del país, pero viendo las cosas como se están poniendo, cada día peor, creo que tendremos que reconsiderar nuestra posición. Si el millón de ladrones pagara la energía que recibe y los corruptos politiqueros cumplieran su rol de administrar la cosa pública con dignidad, tendríamos energía todo el día y no estuviéramos pagando nosotros el costo de la vagabundería de los políticos. (Este es el único país en el mundo, si es que merece ese calificativo, que cuando llega la energía eléctrica es objeto de titulares de primera plana en los medios de comunicación).
¿Hasta cuándo estaremos los dominicanos siendo víctimas de la charlatanería de los administradores de la cosa pública? Decir que hay más de un millón de ladrones que se roba la luz y que para el año 2012 se habrá solucionado el problema de los apagones es olvidar lo que dijo el tristemente recordado don Temístocles Montás en el año 1996, cuando afirmó que en tan solo 120 días él resolvería el problema de los apagones en todo el país. Cuando ese señor dijo eso le dijimos mentiroso, pues ya sabíamos y aún sabemos, que el gran negocio energético es que no haya fluido ecléctico para que se vendan los inversores, las baterías, las plantas eléctricas, etc., etc.
Balaguer dijo en 1986 que el problema energético nacional era cuestión de tiempo y no de dinero. !Dios!, casi 30 años después no hay energía eléctrica en el país. Entonces, de qué desarrollo es que se habla. ¿Quién ha visto un país con un millón de ladrones energéticos desarrollarse?. Y lo peor, las autoridades del ramo dicen que saben quiénes son los ladrones? ¿Por qué no hacen nada?
Para taparles la boca a los empresarios, el Presidente Leonel Fernández designó a Celso Marranzini al frente del sector eléctrico. Ahora están callados pero igual no hay energía eléctrica. ! Dios nos salve! De aquí al 2012 muchos se habrán ido y destruido los remos. (si aún no se han robado los mares)

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