Por Venecia Joaquín
Necesito decir en voz alta lo
que pienso sobre elegir Diputados de Ultramar. Aquellos que estarán situados en
países o lugares al otro lado del mar, los que representaran en el
Congreso a los dominicanos que viven en Europa, EU, Canadá, América Latina y El
Caribe. Serán siete. En el 2011, promulgaron la ley 136-11 que los autoriza. ¿A quien se le ocurrió esta ley? Es posible
que para demostrar que somos modernos,
globalizados. ¡Que error!. Son innecesarios, una mala inversión.
Un Diputado de Ultramar, complica y encarece el sistema. Envuelve una
misión difícil de definir y más aun de cumplir. No solo se ocupara de hacer
leyes sino de funciones de los otros poderes del Estado. En nombre de ayudar y proteger
la diáspora, planificara todo tipo de acciones que se le
ocurra en el continente o región que se encuentre. Eso no me gusta. Asumirá
roles no solo de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial sino también del
cuerpo diplomático, embajadores, cónsules, etc.. Invadiendo terrenos, abarcando
mucho..¿Como controlaran sus acciones?.
Reconozco que tenemos en el
exterior, líderes con excelentes condiciones, para ocupar un curul en el
Congreso, pero no a la distancia. Es complicado. El único que se beneficiara con
seguridad, será el famoso Diputado de Ultramar y los que laboren en su
millonaria oficina. Le pagaran en euros o dólares. Le darán, no un barrilito
sino un barrilazo de dinero. También se
beneficiara el partido, que lo apoya. Lo mantendrá vigente, en las actividades de “bien social”. Más nadie.
Por mi parte, pueden dejar sin
efecto esa ley. Esa gastadera innecesaria,
hunde el país. Lo que la diáspora añora son gobiernos que inviertan, que siembren en su patria para que progrese, que abra
fuente de trabajo para regresar a
laborar junto a su núcleo de afectos y no afanarse enviando remesas. ¿O es lo
que quieren, que siga mandando? ¡No enreden tanto la población!! , ni le gasten
su dinero en cherchas. Los partidos y líderes en el exterior, deben
concentrarse en que los gobernantes eleven el nivel de vida del país, que tengamos diplomáticos que se ocupen de hacer
negociaciones inteligentes donde se desempeñan. Que coordinen inversiones que contribuyan
a fortalecer el sector agropecuario, construir viviendas económicas,
hospitales, escuelas, etc.
En lugar de gastar millones en campañas para darles un titulo de Diputados de Ultramar a reconocidos líderes en
el exterior, deberíamos aprovechar sus
habilidades para que ayuden las
instituciones a desempeñar su roles, no asumirlos. Hay iniciativas privadas muy
interesantes para ayudar los inmigrantes que podemos apoyar. También, me fascina
la misión de los Consejos Consultivos Presidenciales que funcionan en algunas naciones.
Están constituido por dominicanos destacados, quienes asesoran el Presidente de
la Republica
y ayudan las Embajadas a hacer contactos y buscar recursos para determinados
proyectos en RD. ¡Esos organismos son estupendos!. Reúnen líderes para pensar y
actuar en pro del país. Deberían ser dinamizados e incentivados.
Por Dios, dejen eso de Diputados
de Ultramar. Solo serán un símbolo, “un
allante” en otro lugar. ¡Ay Dios!, como me duele pensar que sean costosísimas “botellas” sostenida con el
dinero de un pueblo asfixiado de miseria.
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