¿Obsesionado con una dieta de moda? No se preocupe, hasta Kafka lo estaba
El gobierno de Reino Unido ha
sido el último en advertir a la población de los peligros de las dietas
"milagrosas" que se ponen de moda, pero lo cierto es que la gente las
lleva siguiendo desde hace siglos. ¿Por qué?
![Imagen genérica de un plato vacío](http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/01/03/130103020608_plate_464x261_thinkstock.jpg)
"Con los griegos y los romanos todo giraba en torno a la salud física y mental, fue en el siglo XIX cuando la gente empezó a hacer dietas por razones estéticas más que de salud"
Louise Foxcroft, historiadora
"La palabra griega diatia describe todo un nuevo estilo de vida", dice Louise Foxcroft, quien escribió el libro "Calorías y Corsés: Historia de la Dieta en los últimos 2000 años".
"Entonces todo giraba en torno a la salud física
y mental, fue en el siglo XIX cuando la gente empezó a hacer dietas por
razones estéticas más que de salud, y entonces la industria de las
dietas comenzó a crecer", asegura.
Estas son algunas de las dietas más extrañas de la historia.
Masticar y escupir
A comienzos del siglo XX, el estadounidense
Horace Fletcher decidió que una buena manera de perder perso era
masticar y escupir en abundancia.
Su dieta proponía masticar bien la comida hasta
extraer todo lo "nutritivo" y después escupir la materia fibrosa que
queda en la boca.
Por ejemplo, había que masticar hasta 700 veces
una cebolla, así que la gente tenía que llegar pronto a las cenas si
querían que les diera tiempo a masticar toda la comida con tanta
precisión.
Algunos de sus seguidores más famosos fueron Henry James y Franz Kafka.
Esta dieta tenía otra particularidad: debido a
la poca cantidad de comida que se ingería, quienes hacían la dieta sólo
defecaban una vez cada dos semanas y casi sin olor, por lo que el propio
Fletcher se refería al aroma de los excrementos "como el de galletas
calientes".
La dieta de la solitaria
Las lombrices de solitaria, remedio de moda para los dietistas de comienzos del siglo XX
A comienzos de 1900 se empezó a publicitar la
llamada dieta de la lombriz solitaria. Muchos años después se decía que
la cantante de ópera Maria Callas comía estos parásitos para intentar
perder peso, aunque desde entonces se ha considerado un mito.
Normalmente se ingerían huevos de lombriz
solitaria, a menudo en píldoras. La teoría era que las lombrices
llegarían a la madurez en los intestinos y absorverían la comida. Esto
causaría pérdida de peso, diarrea y vómitos.
![Lombrices de solitaria](http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/01/03/130103020804_tapeworms_304x171_spl.jpg)
Además, una lombriz puede llegar a medir hasta 9
metros, además de provocar problemas de vista, meningitis, epilepsia y
demencia. A pesar de todo fue todo un éxito para la industria de las
dietas de aquellos años.
Arsénico
Los "remedios mágicos" que prometían perder peso
en el siglo XIX también escondían peligrosos ingredientes, incluyendo
el arsénico.
A menudo la gente tomaba más dosis de las
recomendadas, pensando que tomando más píldoras conseguirían mejores
resultados, aunque en realidad se arriesgaban a envenenarse con
arsénico.
Además, los fabricantes o vendedores a menudo ni
siquiera anunciaban que éste era uno de los componentes, así que la
gente no sabía realmente lo que estaba consumiendo.
Según Foxcroft era común ver a "charlatanes que
se hacían pasar por expertos en dietas para promocionar productos. Mucha
gente creía entonces en esas curas milagrosas".
Vinagre
La juventud de la época estaba fascinada con la dieta de Lord Byron, precursos de las dietas de los famosos
Las "dietas de los famosos" no son ninguna
novedad. Lord Byron fue uno de los primeros iconos de la dieta y
contribuyó a la obsesión que la gente tiene desde hace décadas por saber
cómo pierden peso las estrellas.
![Lord Byron](http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/01/03/130103020951_lord_byron_304x171_getty_nocredit.jpg)
Y como los famosos de hoy en día, Byron tenía
que trabajar duro para mantener su figura. A comienzos del siglo XIX el
poeta popularizó una dieta que consistía sobre todo en vinagre.
Para limpiar y purgar su cuerpo bebía vinagre a
diario y comía patatas mojadas en él. Pero los efectos secundarios
incluían vómitos y diarrea.
Debido a la gran influencia cultural de Byron
creció la preocupación por el efecto que su dieta estaba haciendo sobre
los jóvenes de la época.
Los románticos se limitaban a consumir vinagre y arroz para lucir el aspecto delgado y pálido del poeta, tan de moda entonces.
Caucho
A mediados del siglo XIX, Charles Goodyear averiguó cómo mejorar el caucho gracias a un proceso llamano vulcanización.
Con la llegada de la Revolución Industrial y la producción en masa de repente el uso del caucho se extendió enormemente.
Eso incluía los corsés y bragas de goma. La idea
era que, por un lado la goma hacía presión sobre la grasa pero, sobre
todo, causaba sudoración, lo que con suerte se traducía en pérdida de
peso.
Los había para hombres y para mujeres, dice
Foxcroft. Y era un proceso que acababa deteriorando la piel, expuesta
durante mucho tiempo a la humedad, haciéndola vulnerable a infecciones.
La llegada de la Primera Guerra Mundial acabó con la moda, ya que empezó a necesitarse el caucho para la industria militar.
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