viernes, 15 de febrero de 2013

Somos objetos de constante vigilancia en Internet

Somos objetos de constante vigilancia en Internet
Los usuarios de Internet que cuelgan en la red sus fotografías y datos personales, acompañándolos de comentarios, simplemente no se detienen a pensar que de buena voluntad se convierten en blanco de estafadores por su voluntad.
Particulares y organizaciones enteras se dedican a diseñar programas que permitan seguir las actividades de una determinada persona a través de los datos que aparecen en sus cuentas de las redes sociales.
Se trabaja sin llamar la atención, para evitar debates innecesarios. Recientemente los periodistas del diario británico The Guardian informaron de un innovador programa para el ordenador denominado RIOT, abreviado de Rapid Information Overlay Technology, desarrollado por la empresa estadounidense Raytheon. Tras procesar y  relacionar grandes volúmenes de información, obtenida a través de las páginas Twitter, Facebook, Foursquare y demás, el programa es capaz de reconstruir la vida cotidiana de uno. Se traza el esquema de relaciones de la persona vigilada con sus compañeros de trabajo, conocidos, familiares, junto con sus rutas habituales. Se compone también el perfil ético y psicológico, se tiene en cuenta las costumbres, debilidades e incluso motivos potenciales de las acciones.
Según la empresa, esta tecnología tan innovadora todavía no se ha vendido a nadie. Sin embargo, de acuerdo con las normas de regulación de exportaciones, Raytheon goza de categoría “EAR99” que permite vender el producto, sin necesidad de obtener licencia.
En realidad, llevamos ya varios años en “el punto de mira”, aseguró en su entrevista a La Voz de Rusia Antón Korobkov-Zemlianski, experto en tecnologías mediáticas y miembro del Consejo Social:
—Los datos que a menudo colgamos en Internet son fáciles de encontrar incluso con los buscadores más primitivos, ni falta que hace mencionar programas tecnológicamente avanzados. La pregunta es quién podría estar interesado en seguirnos. Por ejemplo, grandes empresas y marcas que, conociendo los motivos de nuestra conducta o nuestros hábitos, podrían ofrecernos sus productos o atacar con la publicidad calculada. Es evidente que no sólo los servicios secretos disponen en exclusiva de estas posibilidades, programas en cuestión son elaborados por empresas privadas y no existen garantías de que no acaben en manos de malhechores.
Los organismos de orden público y los servicios secretos aprovechan las redes sociales, para hacer un seguimiento bastante eficiente de algunos de los usuarios, señala el Director de la Agencia de tecnologías de reconocimiento “R-Tejno”, Román Romachiov. Pero no se trata de un seguimiento global, precisa en su entrevista a La Voz de Rusia:
—Se diría que le seguirán a uno las personas interesadas, de modo que si deja determinada información en las redes sociales, ha de tener presente que podría ser usada en su contra. Por ejemplo, no se recomienda colgar información sobre la familia de uno, ni las fotos familiares, ni mencionar los sitios que frecuenta, ni los inmuebles ni medios de transporte que tiene en propiedad.
Según Román Romachiov, la creación de tales programas como RIOT es una etapa previsible en el desarrollo de Internet.
Y a pesar de todo, nos estamos acercando al momento de ser vigilados constantemente, tanto en el espacio virtual como real. En ciudades grandes las cámaras están instaladas a cada paso, en las encrucijadas, comercios, hoteles, restaurantes, oficinas, comedores, despachos e incluso aseos. En Estados Unidos la empresa DARPA está trabajando en la creación de un programa capaz de descubrir a los criminales potenciales en grandes aglomeraciones de personas. El banco de datos electrónico contendrá modelos de conducta normal y sospechosa y los científicos sólo tendrán que conseguir que el programa diferencie las imágenes correspondientes a diferentes modelos. No se descarta que poco a poco se haga realidad la película de Spielberg Minority Report, donde la simple idea de un crimen, ni siquiera la intención, sirve de base para el arresto o la liquidación de un posible infractor.
Los expertos aseguran que todavía ni el control por vía de Internet ni las cámaras de vigilancia se aplican a los ciudadanos de a pie. Si no tienen problemas con la ley ni ostentan fabulosas fortunas, no corren el peligro de atraer la atención de servicios secretos, estafadores internacionales, criminales o terroristas. (La Voz de Rusia)
ach/as/sn

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