sábado, 16 de noviembre de 2013

Alerta: los océanos hervirán dentro de trescientos años

Alerta: los océanos hervirán dentro de trescientos años

Según algunas previsiones apocalípticas, las aves y los peces se extinguirán mucho antes, y las aguas del mar se convertirán en una primitiva "sopa" viral.

La Organización Meteorológica Mundial, OMM, constata que 2013 tiene las mejores posibilidades de figurar dentro de los diez años más cálidos, desde el comienzo de las observaciones meteorológicas: desde enero a septiembre, la temperatura promedio ha sido en medio grado superior de la tasa media anual que sirve de base para el cálculo del período entre 1961 y 1990, de 14,2 grados. El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud, llamaba la atención al crecimiento continuo de la concentración en la atmósfera de los gases que producen el efecto invernadero y añadió: "Nos espera un futuro caluroso".
La elevación de la temperatura es solo una de las manifestaciones del cambio climático. La influencia negativa en la circulación del agua se torna ya evidente, lo que se expresa en las sequías, inundaciones y precipitaciones extremas. A manera de ejemplo, los científicos citan el tifón Haiyan, que azotó Filipinas. Valeri Zyriánov, del Instituto de problemas hídricos de la Academia de Ciencias de Rusia comenta:
–Como consecuencia del cambio climático, la superficie oceánica es más cálida. Y en las latitudes tropicales, con frecuencia cada vez mayor, esta temperatura sobrepasa el punto crítico de los 26,6 grados. Y este es el comienzo del estallido de los huracanes. Mientras arrojamos a la atmósfera CO2, el océano se recalienta. Basta con que se caliente en un medio grado para que él mismo, comience a expulsar a la atmósfera una cantidad enorme de gas carbónico. Cerca del 85 % de todo el gas carbónico está disuelto en las aguas del océano mundial.
En la segunda mitad del siglo XXI, el calor anómalo será un fenómeno prácticamente anual, que se registrará en un 60 % de la superficie terrestre. La superficie de la tierra sometida a temperaturas elevadas anómalas aumentará aproximadamente, en un uno por ciento al año.
Aquello que no arda se hundirá en la aguas. Según datos de la ONU, el nivel global del mar crecerá en 3,2 milímetros al año, el doble más rápido que en el siglo pasado. La revista National Geographic publicaba no hace mucho una previsión de los cambios de la imagen geográfica del planeta si, como consecuencia del calentamiento global, van a derretirse los hielos polares, las aguas cubrirán casi todas las regiones costeras, del lugar donde vive hoy un porcentaje considerable de la población de la Tierra. Y todas esas aguas, como hace tres mil quinientos millones de años no tendrán casi vida.
De encontrarnos en los mares prehistóricos, daríamos con una sopaviral de algas y bacterias, las que con el tiempo evolucionaron hasta formas complejas. Pero, hoy se trata de la reversión de los complejos ecosistemas oceánicos (con enormes animales y cadenas alimentarias intricadas), en sistemas simplificados con el dominio de los microbios y las medusas. Nosotros arriesgamos con hacer retroceder el proceso de la evolución. Alekséi Karnaújov, del Instituto de biofísica de las células de la Academia de Ciencias explica:
–Desaparecen no aquellos animales que están extendidos por doquier, sino aquellos que se encuentran al borde de la subsistencia. Las denominadas especies marginales crearon reservas de resistencia. Con el cambio de las condiciones naturales, esas especies justamente llenaron los espacios ecológicos e imprimieron estabilidad al sistema. Por ejemplo, cerca del 90 % del gas carbónico de la atmósfera proviene de unos ochenta tipos de plancton. Estos tipos dependen considerablemente de la temperatura y del grado de acritud del agua. Los cambios de esos parámetros provocarán la muerte del plancton. No notaremos su desaparición, a diferencia de la extinción de los osos blancos o de las morsas, de cuya salvación están ocupadas organizaciones, aunque las consecuencias de la desaparición del plancton son mucho más graves que la extinción de los osos blancos.
Una razón de las principales del agotamiento de los océanos es el volumen desmesurado de las faenas pesqueras. Según las estadísticas, la cantidad de peces grandes, como el atún, el bacalao, la merluza, y el rodaballo, se redujo, desde 1950, en un 90 %. Las flotillas pesqueras se orientaron a peces más pequeños, como sardinas, anchoas, arenques, los que justamente se alimentan del plancton. La eliminación de un eslabón importante del medio de la cadena alimentaria socava radicalmente todo el ecosistema. Alekséi Karnaujov lo explica así:
–Las aves serán las primeras en extinguirse, porque muchas de ellas se alimentan de peces. Comenzando con los pingüinos y terminando con las gaviotas. Pero, las aves pueden perecer simplemente como consecuencia del cambio de la composición química de la atmósfera. Ellas son, por ejemplo, mucho más sensibles ante el contenido del gas carbónico que los mamíferos.
La actividad del ser humano está cambiando la química elemental de los mares. El nivel de acritud de las aguas crece, lo que significa que se reduce la cantidad de carbonato de calcio, un material constructivo clave para el esqueleto y el cascarón de los corales, del plancton, de los moluscos y también para muchos organismos del mar.
Sin embargo, lo más terrible no consiste siquiera en que tendremos un ecosistema oceánico primitivo, conjetura Alekséi Karnaujov:
–Si no vamos a limitarnos en el consumo de recursos naturales, incluidos los hidrocarburos, los océanos simplemente hervirán. Ello ocurrirá dentro de unos trescientos años si no modificamos el carácter del aprovechamiento de la naturaleza. La temperatura puede cambiar en más de cien grados. El mar no existirá en general como tal. El calentamiento global pasará a la fase irreversible de la catástrofe de invernadero. Y nuestro planeta Tierra en transformará en un segundo Venus, en cuya superficie es imposible vida alguna, como la forma habitual para nosotros.
Resumiendo, simplemente es ya imposible dar la espalda a los actuales problemas ecológicos. Ellos han comenzado a influir directamente en la calidad de vida de todo ser humano, y con el paso del tiempo, de manera cada vez más patente. Y aunque desde el punto de vista de una serie de científicos, los cambios climáticos son cíclicos, la concentración de gas carbónico en la atmósfera ya sea crece, o disminuye. Pero, debe funcionar el "mecanismo inverso". Aunque nadie puede afirmar ahora, cuándo y cómo ocurrirá eso, y en qué va a derivar.
sb/lj/er

Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2013_11_15/Alerta-los-oceanos-herviran-dentro-de-trescientos-anos-9545/

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