Hábitos y conductas que llaman la atención de los extranjeros

1. Cortesía.
Los japoneses son muy educados. Uno de los más educados del mundo.
Cuando un japonés pasa por delante de una persona o se cruza entre dos
que están conversando, abre una mano, la eleva a la altura de su rostro y
dice “sumimasen” (“disculpe”). En otros países la gente camina como si
fuese dueña de la calle y el prójimo no existiera.
2. Gesto equívoco. Un gesto no significa lo mismo en todos los países. En
Japón, es de mala educación hacerle señas a alguien con la palma vuelta
hacia arriba o flexionando el dedo índice (traducido como “venga acá”
en otros países), motivo por el cual los japoneses colocan la palma
hacia abajo y mueven los dedos de manera pendular (arriba-abajo) para
llamar a una persona. Un extranjero o alguien no familiarizado con el
lenguaje corporal nipón puede interpretar el gesto como “largo” o
“váyase”, es decir todo lo contrario.
3. Parece borracho, pero no lo está. Cuando
beben alcohol, muchos japoneses enrojecen intensamente. Alguien no
avisado podría creer que están ebrios, por eso se sorprende al descubrir
que en realidad están en sus cabales, conversando o comportándose de
manera normal. El enrojecimiento se atribuye al rubor asiático, que se
manifiesta debido a la falta de una enzima que participa en el
metabolismo del alcohol.
4. Omiyage. Cuando un japonés viaja por vacaciones, retorna al trabajo cargado de omiyage (souvenir o recuerdo) para sus compañeros. Es un buen gesto. Sin embargo, a algunos japoneses la costumbre les puede resultar fastidiosa, ya que lo hacen no necesariamente porque así lo deseen sino por obligación. En todo caso, sea una molestia o no, la venta de omiyage en destinos turísticos japoneses es un gran negocio.
4. Omiyage. Cuando un japonés viaja por vacaciones, retorna al trabajo cargado de omiyage (souvenir o recuerdo) para sus compañeros. Es un buen gesto. Sin embargo, a algunos japoneses la costumbre les puede resultar fastidiosa, ya que lo hacen no necesariamente porque así lo deseen sino por obligación. En todo caso, sea una molestia o no, la venta de omiyage en destinos turísticos japoneses es un gran negocio.
5. No es nada.
Cuando le hacemos un regalo a alguien, nos podemos emocionar tanto como
el agasajado, esperando que le guste el obsequio. Sin embargo, cuando
los japoneses entregan un presente de inmediato resaltan que no es nada
especial o que es una cosa aburrida, intentando minimizar su valor.
6. Hasta que prenden las luces.
Solos los cinéfilos se quedan en una sala de cine hasta que culminan
los créditos de una película y las luces se encienden. La mayora se pone
de pie apenas acaba el filme. En Japón, la gran mayoría de espectadores
permanece en su asiento hasta que aparece el último crédito. Algunos lo
hacen porque lo consideran una señal de respeto a los artífices del
filme (director, productores, actores, técnicos, etc.). Otros no se
levantan porque no quieren ser los primeros en hacerlo. No faltan
quienes esperan que las luces se enciendan para retirarse porque temen
tropezarse si se mueven a oscuras.
7. Reverencia fantasmal. Los japoneses se inclinan en señal de respeto. Es casi un acto reflejo que practican incluso cuando no tienen ante quien arquear el cuerpo. Al menos no físicamente. Hay gente que lo hace mientras habla por teléfono. Se inclinan ante un interlocutor que obviamente no se percata de la reverencia, pero el gesto muestra cuán respetuosos pueden ser los japoneses.
8. Gárgaras. Hacer gárgaras sirve de poco o nada para evitar los resfriados o la gripe, pero esta costumbre está muy arraigada en Japón y se transmite de padres a hijos.
9. X. Los japoneses forman una X con los dedos o las manos para indicar que algo no está bien. En el extranjero una X puede ser interpretada como una incógnita, pero si se la hacen en Japón es para decirle que está haciendo algo incorrecto o prohibido.
7. Reverencia fantasmal. Los japoneses se inclinan en señal de respeto. Es casi un acto reflejo que practican incluso cuando no tienen ante quien arquear el cuerpo. Al menos no físicamente. Hay gente que lo hace mientras habla por teléfono. Se inclinan ante un interlocutor que obviamente no se percata de la reverencia, pero el gesto muestra cuán respetuosos pueden ser los japoneses.
8. Gárgaras. Hacer gárgaras sirve de poco o nada para evitar los resfriados o la gripe, pero esta costumbre está muy arraigada en Japón y se transmite de padres a hijos.
9. X. Los japoneses forman una X con los dedos o las manos para indicar que algo no está bien. En el extranjero una X puede ser interpretada como una incógnita, pero si se la hacen en Japón es para decirle que está haciendo algo incorrecto o prohibido.
10. Educados hasta en la lucha. Los
japoneses son educados hasta cuando compiten. Y pocas circunstancias
ofrecen más oportunidades para rivalizar ferozmente que el transporte
público en hora punta. Ver a la gente batallando por un asiento o entrar
en un tren puede ser todo un espectáculo. Los
japoneses hacen fila ordenadamente en el andén. Nadie intenta ganarle
el sitio al otro. Aunque el tren ya llegó y se puede subir, los usuarios
no se zambullen en su interior. Esperan la señal para abordar. Cuando
esta llega, pacientemente y en silencio siguen la fila, pero una vez que
ponen un pie en el tren se apresuran a buscar un asiento o el mejor
sitio. Sin embargo, aun en su apuro mantienen la compostura. No
convierten la pelea por un buen sitio en una lucha de pulpos.
(ipcdigital)
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