Фото: EPA
El precio de una parcela en un cementerio chino crece un 30 % cada año, mucho más que los de la vivienda. Para dar sepultura a sus familiares en camposanto, donde están enterrados altos cargos y personalidades, los chinos deben desembolsar hasta un millón de yuanes (más de 165 000 dólares).
En el país asiático cada vez hay menos terreno para las tumbas, así que la demanda aumenta.
En
la actualidad, unos ciento ochenta millones de los 1300 millones de
habitantes en China superan los sesenta años, anualmente mueren unos
nueve millones de personas. El envejecimiento de la población hará que
los beneficios de los servicios funerarios continúen creciendo: para
2017 la cifra de negocios en el sector alcanzará 16 500 millones de
dólares.
Un metro cuadrado en algunos cementerios de
Pekín puede llegar a costar 65 600 dólares, en Shanghái el precio de la
parcela supera los 30 000 dólares. Pero ese es solo el primer paso.
Otros varios de miles de dólares se irán en el funeral, la lápida o el
monumento. Según los datos de las funerarias, el coste medio de un
monumento para una tumba en dos años, desde 2011, casi se ha duplicado,
alcanzando unos 25 000 dólares. En la sociedad china nació incluso un
modismo para referirse a los que tienen que ahorrar toda la vida para
dar digna sepultura a sus padres o para el propio entierro: “Esclavos de
la tumba”.
Entretanto, los que están acostumbrados a
vivir a cuerpo de rey podrán obtener servicios exclusivos también
después de la muerte. Por ejemplo, se les ofrece entierro en lugares
privilegiados, como un camposanto de lujo en las inmediaciones de
Shanghái, más parecido a un gran parque. "Aquí están enterradas
setecientas personalidades entre héroes militares, políticos, músicos,
cantantes de ópera o actores. Los novios incluso vienen a hacerse las
fotos de la boda", cuenta el gestor del cementerio, Jason U. Uno de los
lugares más populares entre los visitantes es la última morada de la
famosa cantante taiwanesa Teresa Teng. En su tumba se alza un monumento
de mármol blanco y se pueden escuchar sus mejores canciones. Algunas
tumbas se parecen más a mausoleos privados, donde los familiares entran
usando una tarjeta de plástico, como en los hoteles.
El
renombrado cementerio pekinés de Babaoshan, donde yacen héroes
revolucionarios, hace poco abrió sus puertas al público. En 2012 se
pusieron en venta unas ciento veinte parcelas por un desorbitado precio
de más de 165 000 dólares.
Los expertos calculan que
dentro de unos seis años en China no habrá suficiente espacio para
enterrar a los muertos. Ante esta perspectiva y el encarecimiento de las
parcelas las autoridades chinas impulsan a la cremación o a lanzar los
restos al mar. A finales del año pasado a los altos cargos y miembros
del partido se les recomendó recurrir a esta práctica, o, al menos,
evitar organizar funerales ostentosos. Los Gobiernos de Cantón y
Shanghái, donde el porcentaje de gente mayor es muy alto, incentivan la
cremación con una suma de dos mil yuanes a los que acepten arrojar las
cenizas de sus muertos al mar.
ap/as/aa
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
Leer más: http://spanish.ruvr.ru/2014_03_14/Morir-en-China-es-mas-caro-que-vivir-7744/
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