
Varios expertos desaconsejan publicar fotos como esta -que es de un banco de imágenes- en las redes.
Cuando mi compañera de BBC Mundo
Jossette Rivera tuvo a Jerónimo, el 27 de enero pasado, publicó en su
muro de Facebook una foto en la cama del hospital, sonriente junto a su
bebé recién nacido.
Fue la primera de varias fotos con el pequeño
que puso en las redes, y eso que siempre había criticado a los que lo
hacían y hasta anulaba a los amigos que publicaban muchas fotos de
bebés.
"Siempre critiqué a quienes llenaban
los perfiles de sus redes sociales con imágenes de ultrasonidos
inteligibles y fotos casi diarias del desarrollo del bebé hasta saturar
mi biografía con las gracias de un infante casi desconocido", admite.
"Pero me tocó el turno", dice. Con el correr de
los días compartió varias fotos de su bebé entre seres queridos.
Suponiendo que eso fueran los más de 500 contactos que tiene en
Facebook. Y si les sumamos todos los amigos de esos amigos que pueden
ver esas fotos, la cifra se multiplica.
En cuestion de minutos, la foto de Jossette con
Jerónimo es accesible a miles de personas. Pero ella no es la única, ¿a
quién no le aparecen fotos de bebés en su Facebook? Muchos padres
inundan la red con fotos cuando nacen sus bebés, o incluso antes, con
fotos de las ecografías.
Privacidad
Sin embargo, lo que parece una inocente
costumbre para compartir la alegría con los amigos suscita reflexiones.
¿Y el derecho a la privacidad de ese bebé o niño? ¿Qué consecuencias
puede traerle a futuro? ¿Quién ve esas fotos?
"¿Acaso esos padres van por la calle repartiendo
fotos de su bebé a desconocidos?" le dice a BBC Mundo Nora Rodríguez,
autora del libro "Educar a niños y adolescentes en la era digital". Y se
pregunta, si no lo hacen en el mundo real, ¿por qué sí en el digital?
Para esta pedagoga y escritora experta en
ciberacoso, existe una sobreexposición de los niños en las redes
sociales, debido a lo que ella llama un "narcisismo autista" de los
padres. Asegura que estas prácticas no son una comunicación con los
otros, sino que por el contrario se da una conexión superficial "donde
lo importante es mostrar, mostrar y mostrar, y soy mejor padre cuanto
más fotos pongo y cuanta más gente gusta de ellas", dice.
Pero para muchos padres la alegría de compartir
esas imágenes es mayor que el peligro. "Al reflexionar sobre su derecho a
la privacidad, me consuelo pensando en que es una de las muchas
decisiones que tendré que tomar por él con (buen) juicio", dice Jossette
y aclara que toma precauciones como publicar fotografías que no
comprometan su dignidad a futuro y mantener un grupo privado para
abuelos y familiares donde pone muchas más fotos.
Es una costumbre que está totalmente normalizada
en la sociedad, ya no sorprende a nadie y por eso nadie piensa en los
posibles riesgos, nos dice Ofelia Tejerina, abogada de la Asociación de
Internautas de España y experta en derecho y tecnología. Pero tenemos
que pensar hasta dónde puede llegar esa información y hasta dónde
estamos dispuestos a arriesgarnos, agrega.
Los bebés de hoy "nacieron con el pecado
original de internet", escribe Amy Webb en un artículo de la revista
Slate titulado "No publico ninguna foto de mi hija en internet". Con
cada foto que los padres publican, sin querer están mezclando el mundo
digital y el real de esa bebé, señala, y recuerda que ya hay tecnologías
de reconocimiento facial que pueden servir para obtener información
sobre esos niños.
Pero Jossette no está de acuerdo. "Me parece una
locura querer aislar al niño del mundo digital como si éste no fuera
real. El mundo digital es para ellos también el mundo real", señala.

Para Nora Rodríguez, las fotos de niños pueden provocar acoso escolar en el futuro.
Sentido común
Al fin y al cabo, es una cuestión de sentido común. Al publicar fotos de nuestros pequeños se pueden tomar precauciones como:
- Hacer nuestro perfil lo más privado posible.
- Elegir a las personas que queremos que vean esas fotos.
- No incluir información adicional como el nombre del niño u otros datos.
- Eventualmente, borrar las fotos
Muchos publican fotos del bebé... antes de que nazca.

"Creo que hay mucha ingenuidad en los padres
porque los niños crecen, y una foto con la cara con chocolate que es muy
hermosa más adelante puede resultarles embarazosa. Ellos quieren
compartir las fotos de ese ser maravilloso pero si ponen el nombre del
bebé le están creando un perfil en internet que puede no gustarle a ese
niño en el futuro".
Donath es la fundadora del Centro de Medios
Sociables del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y en
diálogo con BBC Mundo pone en perspectiva que muchas mujeres,
especialmente las que han dejado de trabajar, están solas en casa todo
el día con el bebé, aisladas, y ven Facebook como una forma de
socializar, una ventana al mundo exterior donde compartir su alegría.
Bebés digitales
Pero los bebés de hoy enfrentarán retos que los
adultos no conocemos. "Los bebés ya son bebés digitales. Van a vivir
toda su vida en la red. Nosotros nunca tuvimos ese problema, asi que no
sabemos que riesgos hay".
Hay que educar a los pequeños en la reputación
online, dice la abogada. "Cuidar su imagen, no publicar más información
de la que queremos que tengan terceras personas. No regalar información a
quienes no conocemos", dice Ofelia Rodriguez.
Pero Jossette argumenta: "siempre pensé que quien desee privacidad no debe abrir un perfil en Facebook".
"Mientras tanto", dice "me siento con el derecho
de publicar en mi perfil tantas fotos como mi eufórica alegría de mamá
primeriza me lo exija".
¿Ustedes qué opinan? ¿Ponen, o pondrían, fotos de sus bebés en las redes sociales? Participen en los comentarios de más abajo.clic Síguenos en Twitter: @un_mundo_feliz
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