
El problema reside en que tomar un examen en un
momento designado por el calendario nunca fue la manera ideal de
determinar el nivel de conocimiento. Tal vez ocurran el día ideal para
algunos estudiantes, pero no para otros.
Sin embargo, esto podría no ser así. A medida que la enseñanza se vuelve online ya no tenemos la necesidad de esperar al final de un curso para hacer evaluaciones.
En cambio, hay programas de computadora que
pueden evaluar el entendimiento analizando cada clic y tecla presionados
por el estudiante durante el proceso de aprendizaje. Entonces,
¿lograremos finalmente deshacernos del temido examen final?
Una mejor opción sería un sistema que les
permitiera a los estudiantes avanzar a su propio ritmo mientras asimilan
el material, dice Julia Freeland, investigadora de Educación del
Clayton Christensen Institute for Disruptive Innovation de San Mateo, en
California, EE.UU..
Este sistema se llama "aprendizaje basado en
competencias" y requiere un programa educativo hecho a la medida de cada
estudiante.
Claramente, puede ser un desafío para los
docentes en un aula llena. Sin embargo, si el material se ofrece en
internet y el aporte del estudiante se analiza automáticamente por
computadora, los estudiantes pueden ser evaluados individualmente, hasta
el punto de que el programa pueda identificar cuándo cada alumno da su
máximo potencial en un examen.
Freeland sostiene que el software de aprendizaje basado en comtetencias se está usando en escuelas secundarias y universidades en todo Estados Unidos. La escuela secundaria Virtual Learning Academy Charter School del estado de Nuevo Hampshire es un ejemplo. La Western Governors University, una universidad online con sede en Salt Lake City, Utah, comenzó a usar el software de aprendizaje basado en competencias en 2012. La Arizona State University hizo lo mismo en 2011.
La idea del software es relativamente sencilla:
recoge información sobre la actividad del alumno en un sitio web -con
las páginas que visitó y, por ejemplo, si leyó un texto o vio un video– y
la combina con datos sobre el desempeño del estudiante en pruebas
informales y cuestionarios para establecer en tiempo real su comprensión
de un tema.
Cuando su entendimiento alcanza un nivel
predeterminado, se le presentan conceptos nuevos o se le da la
oportunidad de rendir un examen formal.
Hoy en día, la aptitud de los estudiantes puede medirse con software.

Algunas empresas llevan a esta tecnología aún
más lejos y usan software de inteligencia artificial que modifica todo
el tiempo la forma en la que el individuo recibe información nueva. En
sólo unas semanas, aseguran sus creadores, estos algoritmos pueden
incluso identificar a qué hora del día un estudiante está más receptivo a
las clases sobre cierta materia.
David Liu, jefe de operaciones de Knewton, una
compañía de aprendizaje adaptativo con sede en Nueva York, señala que
recién en los últimos años la tecnología ha hecho posible este tipo de
educación. Knewton fue fundada hace seis años y el almacenamiento de
datos online avanzó tanto que Liu sostiene que la compañía conoce mejor
que nadie el gran progreso de sus estudiantes.
Otras compañías hacen afirmaciones similares.
Entre los sitios web educacionales más famosos está el de la Khan
Academy, un sitio sin fines de lucro con sede en Mountain View,
California. "Podemos decirle al usuario durante todo el proceso y con
gran exactitud: este es tu desempeño ahora mismo", afirma Jace
Kohlmeier, el líder del equipo analítico de la Khan Academy.
Sin embargo, los estudiantes evaluados por
Knewton y Khan Academy aún no se han librado de las salas de exámenes.
Para que eso suceda deberían cambiar ciertos hábitos muy arraigados en
el sistema educativo.
En esencia, según Julia Freeland, en países como
Estados Unidos los exámenes todavía son necesarios en las escuelas
secundarias para evaluar el desempeño. Además, los exámenes de
certificación profesional para alumnos en edad secundaria o
universitaria siguen siendo una herramienta importante para que los
empleadores evalúen a sus candidatos.
Mientras tanto, los algoritmos que usan las compañías como Knewton para evaluar a los estudiantes están en constante mejora y, tal vez, algún día su precisión sea imposible de ignorar.

También vale mencionar que el software de
aprendizaje que se está usando en algunas escuelas y universidades está
empezando a usarse en el mundo de los negocios. "Por ejemplo, Cisco
(fabricante de productos de redes informáticas) cuenta con un programa
online de capacitación y certificación llamado NetAcad para identificar a
candidatos talentosos", cuenta Freeland. Liu dice que Knewton trabaja
con varias compañías – e incluso oficinas gubernamentales –
implementando su software educativo más allá del aula de clases.
Este tipo de emprendimientos hacen pensar que el
mundo de los negocios podría llegar a apreciar el potencial del
software de aprendizaje basado en competencias para identificar el
talento. Eso podría retroalimentarse al sistema educativo y desplazar a
los exámenes tradicionales. "Después de todo", dice Freeland, "los
empleadores están más que interesados en opinar cómo se debe calificar a
los estudiantes".
Por lo pronto, si usted tiene un examen en el futuro cercano, sería prudente que se pusiera a estudiar.
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