
El
objetivo es crear una red de wifis abiertas que permita que un usuario
pueda conectarse en cualquier momento, y desde cualquier lugar.
Compartir wifi con extraños no parece, a primera vista, una opción muy segura ni viable.
Sin embargo, activistas de internet aseguran que
puede serlo, y además afirman que una red abierta puede proteger más al
usuario que una cerrada.
Esta elección podría salvaguardar de una excesiva vigilancia por parte de gobiernos u otras organizaciones, según miembros del Open Wireless Movement, una organización que aboga por la apertura de las redes inalámbricas y el desarrollo libre.
En esa línea, y en el marco de la conferencia
"The Hackers on Planet Earth" que tendrá lugar el próximo mes en la
ciudad de Nueva York, la organización Electronic Frontier Foundation
(EFF) anunció el inminente lanzamiento de un software que permitirá
compartir el ancho de banda sin necesidad de una contraseña.
¿Qué tan fuerte es el argumento de que la
respuesta para la internet segura es más apertura, en lugar de más
filtros y controles?
Compartir con ganancia monetaria
La EFF es una de las principales
impulsoras-junto con Open Rights Group y Mozilla- del Open Wireless
Movement. Pero no son los primeros ni los únicos en proponer un esquema
de internet compartido.
Algo parecido ha sido puesto en práctica ya en
países como Inglaterra o España, de la mano de proveedores como British
Telecom o Fon.
En el caso de Fon, los suscriptores del servicio
se comprometen a compartir su ancho de banda con otros miembros de una
red de suscriptores. Quienes así lo autoricen, permiten que otros se
conecten a su router cuando lo necesiten.

OpenWireless.org no es la primera iniciativa para crear puntos de acceso a redes inalámbricas.
Según EFF, su software podrá descargarse sin
necesidad de suscripción ni pago desde mediados del próximo mes de
julio, y será compatible con un router específico cuyo nombre no ha querido hacer público.
Aquellos que quieran usar estas redes abiertas,
tendrán que descargar un certificado del sitio web OpenWireless.org. Y
la contraprestación es que su información será encriptada, haciendo cada
conexión más segura.
Seguridad
En ese sentido, EFF asegura que el esquema es seguro, y que no afectará a la calidad del servicio para el usuario principal.
"El router dividirá la red en dos
partes, dejando una para huéspedes y otra para el dueño de la conexión",
le asegura a BBC Mundo Adi Kamdar, miembro de EFF. De este modo, el
dueño -que podrá decidir qué porción donar- tendrá prioridad, y la
calidad de su servicio no se verá afectado por el uso de otros.
"Abrir la red inalámbrica hace que la vigilancia masiva y la correlación de la persona con un IP sea más difícil, y eso es bueno para todos"
Adi Kamdar, EFF
Pero quizá el aspecto más importante, en
términos de seguridad, es la posibilidad de crear un nuevo tipo de
protección frente al exceso de vigilancia.
Y eso implica un cambio de mentalidad.
"Creemos que construir un mundo en el que las
redes abiertas sean la opción por defecto ayudará a proteger al
usuario", dice Kamdar.
Esto se lograría al hacer que las direcciones de
IP dejen de corresponder a una persona, lo cual haría más difícil
precisar quién hace qué en internet, dificultando la vigilancia.
La dirección IP-Internet Protocol, por sus
siglas en inglés-, es un número único e irrepetible con que se
identifica una computadora conectada a una red.
"Muchas entidades, desde propietarios de
derechos de autor excesivamente celosos a la policía, abusan de esta
asociación directa", explica Kamdar.
"Abrir la red inalámbrica hace que la vigilancia
masiva y la correlación de la persona con un IP sea más difícil, y eso
es bueno para todos", añade.
"Si tienes información delicada que no quieres que sea expuesta a potenciales criminales, quizá no sean tan buena elección"
Amichai Shulman, Imperva
Pero no todos creen que la ecuación sea así de
simple. Amichai Shulman, director de tecnología de la compañía de
soluciones de seguridad Imperva, es uno de ellos.
"La seguridad es relativa, y depende de cuál sea
tu adversario", opinó, en conversación con BBC Mundo. "Si como usuario
lo más importante es tu privacidad, y que ningún gobierno ni organismo
te vigile, entonces estas iniciativas son una buena opción", explicó
sobre la Open Wireless Movement.
"Pero si tienes información delicada que no
quieres que sea expuesta a potenciales criminales, quizá no sean tan
buena elección", añadió.
"El riesgo es evidente. Tu red está siendo usada por gente que no conoces y en la que no tienes por qué confiar".
Beneficio social
Otro beneficio que los activistas defienden de
su propuesta es la eficiencia. "Muchas redes wifi no se usan durante la
mayor parte del día", argumenta Kamdar.
Sin embargo, la principal ganancia es social. El
especialista en seguridad Bruce Schneier ha comparado tener abierta la
red wifi con ofrecer las necesidades fundamentales.
"Para mí es una cuestión de educación básica.
Proporcionar acceso a internet a terceros es algo así como proporcionar
calor y electricidad o una taza de té caliente", dice en su blog.
Y en esa línea, abrir las redes inalámbricas
sería una forma de romper la brecha digital, especialmente en
poblaciones rurales donde el acceso a internet no siempre está al
alcance.
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