¿Qué cosas desearían haber sabido los japoneses antes de casarse con
parejas extranjeras? El blog madameriri encuestó a sus lectores para
elaborar una lista que recoge el sitio web RocketNews24. Aquí publicamos
seis:
1. No tomar a la ligera las diferencias culturales
Al principio de una relación de pareja todo es como Disneylandia. Los
defectos no se ven, las diferencias se minimizan, hasta que poco a poco
la realidad comienza a pinchar esa burbuja de fantasía. En un
matrimonio internacional, las diferencias culturales pueden ser tomadas
al principio como algo menor, cosas que se empequeñecen ante el poder
del amor, pero hay que tener en cuenta que Japón tiene unas costumbres
especiales a los que no cualquiera puede adaptarse. Es mejor estudiar
bien la cultura del otro para que no haya choques más adelante.
2. Discutir sobre los viajes de retorno
No hay que desdeñar el poder de la nostalgia. Puedes estar felizmente
casado en un país extranjero, haberte acostumbrado a él, a su gente,
pero la añoranza de tu tierra, tu familia, tus amigos, tu comida, etc.,
pueden pasarle factura a tu relación. Claro, puedes regresar a tu país
de vez en cuando, pero los vuelos internacionales son caros y seguro tu
pareja no va a estar precisamente contenta de que hagas un pequeño
forado en la cuenta bancaria para viajar a tu país. Por eso, antes de
casarse, hay que discutir bien esto y dejar las cosas en claro.
3. Esforzarse para aprender el idioma del otro
Digamos que un latinoamericano está casado con una japonesa que habla
español con fluidez. Aparentemente, no hay ningún problema de
comunicación. Sin embargo, ella a veces prefiere hablar en su idioma,
porque está cansada de hablar siempre en una lengua que no es la suya o
hay cosas que no puede expresar en español como quisiera. Sería bueno,
entonces, que él se esforzara por aprender japonés. Lo mismo valdría
para el caso inverso.
4. Acordar dónde criar a los hijos
¿Tú país? ¿Mi país? Es muy importante decidir en qué país se va a
criar a los niños. Los lectores del blog hacen hincapié en que para las
mamás es más fácil tener a sus bebés en sus países. Si la pareja, antes
de ser padres, ya ha elegido el país en el que va a vivir, entonces es
mejor tener a los hijos y criarlos allí, pues mudarse a otro país con
niños pequeños es muy difícil.
5. Llegar a acuerdos sobre la comida
¿Qué pasa si un japonés se casa con una extranjera a la que no le
gusta la comida japonesa? ¿O si una japonesa se casa con un
latinoamericano, se muda al país de este y resulta que le desagrada la
comida local? ¿Qué van a comer? ¿Quién cede? ¿Cómo tender puentes?
6. Ojo con los suegros
La pareja no llega sola. Tiene una familia detrás. Unos padres. Es
importante llevarse bien con ellos. Sin embargo, las cosas se complican
cuando son de un país distinto del tuyo y no hablan tu idioma (ni tú el
de ellos). No es un tema menor, pues llevarte mal con tus suegros puede
socavar tu matrimonio. (International Press)
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