PALACIO MUNICIPAL DR. RUBEN LULO GITTE
Juan Pablo Acosta García
El palacio municipal de Moca ha
sido designado con el nombre del ilustre munícipe, Dr. Rubén Lulo Gitte. De
origen palestino, su familia se aposentó en este terruño hace ya mucho tiempo.
Rubén fue una gloria del deporte nacional, además de un verdadero trabajador
por la municipalidad. Militó prácticamente toda su vida en el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD). Guerrillero. Fue alcalde del municipio de Moca
en cuatro períodos, destacándose durante todos ellos la honestidad y la
dedicación al trabajo y la pulcritud en el manejo de los recursos públicos. Fue un hombre honesto a carta cabal. Murió
pobre, contrario a gente que trabaja cuatro años en el Estado y se hace rico de
por vida. Rubén fue un hombre preocupado por la “Patria Chica”, como él mismo
gustaba designar a la ciudad de Moca.
Para los hombres y mujeres que
tuvimos el altísimo privilegio de conocer al Dr. Rubén Lulo constituye un gran honor la designación con su nombre del
Palacio Municipal. A los hombres que han sido ejemplos de dignidad y decoro hay
que imitarlos. El manejo pulcro de los recursos públicos que administró el
destacado munícipe, le hace acreedor de que no tan solo el Palacio Municipal
lleve su nombre, sino también una plaza o una calle. Muy pocos hombres se han
preocupado tanto por la tierra en donde nacieron o vivieron. Rubén fue un
amante de la cultura. Escribió obras relativas a Moca. Impulsó la educación superior contribuyendo
decididamente junto a otros grandes munícipes como Doña Dorca Barcácel, ser
extraordinario casi mítico, a establecer la antigua Universidad Mundial
Dominicana, proyecto vilmente malogrado por un grupo de bandidos de estos
lares. Fue un hombre sin rencores. Vivió siempre como lo predicaba. En el campo político nunca tuvo enemigos, sino
adversarios.
El nombre de Rubén Lulo colocado al
Palacio Municipal de Moca honra a la municipalidad de esta fértil tierra morena.
Ningún otro nombre mejor que el suyo para visibilizar un edificio que debería
haber tenido mejor suerte. Hoy, toda Moca se siente visibilizada con esa sabia
decisión. En el caso de Rubén Lulo hay algo raro. Nadie se ha dado el lujo de
declararse enemigo suyo. Si se analiza la trayectoria de casi todos los grandes
hombres y mujeres del mundo, siempre aparece alguien que, pretendiendo tener
estatura suficiente para mirar por encima de sus hombros, se convierte en su
detractor. En el caso del Dr. Lulo no ha sido así. Esto se debe, a que este
hombre fue excepcional. Amable. Honesto. Sano y sabio. Particularmente siento
una gran alegría con la designación dada al Palacio Municipal. Entiendo que
nosotros, los pequeños, debemos rebosarnos de alegría cuando a los grandes se
les reconoce su grandeza. Rubén fue más que un deportista. Más que un político.
Fue un extraordinario ser humano que vivó para servirle a su pueblo. Fue un
gran amigo. Un gran hombre. Dr. Rubén, goce el privilegio de saber que su
pueblo le quiere, no tan solo ahora que ya mora donde van los Gigantes, sino
desde antes, desde cuando usted era mortal. Ahora usted es un verdadero
inmortal, no tan solo del Deporte, sino de nuestra “Patria Chica”.
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