domingo, 9 de noviembre de 2008

LA SALA DEL HOMBRE DOMINICANO

Por Artagnan Pérez Méndez
La sala del hombre mocano. (Continuación) La amable guía de turismo que acompaña al grupo de turistas, se ha metido en un asunto que realmente escapa a sus conocimientos, pues de esta visita a la sala del hombre mocano y en razón a que se le mostró al grupo algunos ejemplares de la Carta Constitucional Dominicana, la mayoría de los visitantes extranjeros, le solicitaron les explicara, aunque fuese en síntesis, los principales puntos de la carta sustantiva dominicana.
La guía, con la amabilidad que le caracteriza, le dijo al grupo:
-Realmente, la constitución fue creada al nacer la República Dominicana en el año 1844, pero posteriormente ha sufrido muchas reformas, casi siempre en razón a favorecer a quienes están en el poder, al momento de proponerse la revisión de la Carta Sustantiva, es así, que hace ya muchos años, pero muchos, se propuso una sustancial reforma que parecía una enciclopedia constitucional, con una serie de disposiciones mas bien de carácter adjetivo que sustantivo y …
No pudo continuar porque uno de los presentes le interrumpió:
-Señorita perdone, pero usted podría decirme que es eso de sustantivo y adjetivo ya que creo en la escuela me lo explicaron, pero realmente no se que tiene eso que ver con la constitución de un Estado.
La guía, sin perder la paciencia dijo al turista:
- Las leyes aprobadas por el congreso nacional, tienen marcado carácter adjetivo, porque regulan o se refieren a asuntos que no tienden a la organización del Estado, que es la nación ya organizada. Las leyes aprobadas por el congreso nacional y promulgadas por el Presidente de la República, tienen carácter adjetivo, pero las disposiciones de la constitución lo tienen sustantivo, porque se refieren al Estado, su organización y poderes, así como otros asuntos, como por ejemplo los relativos al territorio, la nacionalidad y los que ya les expliqué anteriormente. Los principios constitucionales deberían permanecer inmutables, pero el avance de los pueblos hace necesaria la revisión, la cual debe obedecer, no a apetencias de continuismo en el manejo del Poder Ejecutivo, sino al necesario interés de la nación.
- Vamos a concluir este tema que no es de mi competencia- señaló la guía de turismo. Pero un turista le dijo:
-Pero por favor, al menos tenga la bondad de explicarnos, como funciona el organismo que hace las leyes.
La guía le dijo:
-Muy bien y les haré una explicación en síntesis, pero sepan que no pienso seguir insistiendo en este tema.
La guía para complacer al turista le dijo:
-Entre nosotros existe el sistema bicameral, es decir, el congreso nacional, que es quien dicta las leyes, está integrado por dos cámaras: el Senado y la Cámara de Diputados. Se elige un senador por cada provincia y el número de diputados depende del número de habitantes de cada provincia. Particularmente yo entiendo que no debería existir desigualdad numérica entre un organismo legislativo y otro, sino que deben tener el mismo número de integrantes, aunque con atribuciones diferentes. Aunque siempre debe ser obligatorio que el proyecto aprobado en una cámara debe ser examinado y aprobado por la otra. Ademas, las atribuciones de las cámaras deben ser diferentes, aunque todo proyecto debe pasar para su aprobación definitiva por las dos cámaras. Se debe evitar como pretendía una vez un grupo político, que el congreso fuese multitudinario. Lo importante es que haya la representación del pueblo, lo cual debe ser decisivo para que cada comunidad tenga su representante, pero limitando el número de estos.
Uno de los turistas presentes le preguntó a la guía:
-Señorita, dígame cuáles son las condiciones que la constitución dominicana exige para que una persona pueda ser elegida como miembro del congreso dominicano.
La guía le respondió:
-De conformidad con la constitución se exige muy poco: ser dominicano, en pleno ejercicio de los derechos civiles, y políticos y haber cumplido 25 años. Los candidatos a senadores deben ser nativos o haber residido por lo menos cinco años consecutivos. Para ser diputado se requieren las mismas condiciones.
-Yo creo, dijo un turista- que la parte más difícil es determinar quien es dominicano y quien no.
La guía le preguntó:
-¿Por qué usted dice eso, ya que la constitución expresa quienes son dominicanos y quienes no.
El turista comenzó a reír estrepitosamente, por lo que la guía le preguntó:
-¿Qué le produce esa risa?
El turista le dijo:
-Señorita, yo he visitado esta República muchas veces. Una vez le pregunté la nacionalidad a un señor muy blanco, gordo, calvo, ¿cuál es su nacionalidad? y me contestó: Yo soy dominikagen. Pero un jovencito que se encontraba a su lado le dijo: Alemán, no hable mentira.
-En otra ocasión le pregunté a un hombre de color lo mismo y me respondió: Musie, je suis diminicaine, entedez vous? Recuerdo que a un gordo que yo creía era palestino o libanés le hice la misma pregunta y me respondió: Barsano, yo casi soy dominicano, depende de la hora del dia y el negocio que voy a emprender. Es por todo eso que le digo, mi amiga, que en este país es difícil determinar quien es y quien no es dominicano. Finalmente, a un morenito pelo malo y dientes buenos le hice la misma pregunta y me respondió: Yo por la constitución haitiana soy haitiano, pero por la dominicana, como naci aqui, soy dominicano; por el lado de mi padre, que era haitiano, soy haitiano, pero por el lado de mi mama que es dominicana, soy dominicano, por tanto tengo las tres nacionalidades: la dominicana, la haitiana y las dos, para usarla a mi mejor conveniencia.

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