Los espantapájaros
Por: Lic. Amable Guzmán
Es posible, que si no conocemos lo que es un espantapájaros, en algún momento, hayamos oído hablar a una persona mayor al respecto, conversando de este muñeco, con sombrero y ropas rotas; simulando a alguien que está en el conuco, cuya ropa flamea con el viento , para que las aves asumieran, que se estaba moviendo, como condición de un ser humano, que trabajaba en las faenas agrícolas; otros le ponían lentes, para acercarlo más al humano y de esta manera las aves, que llegaban a comerse los frutos de la cosecha, se mantuvieran aisladas, por la posible presencia de supuestas personas en los predios agrícolas.
Esta modalidad tiene su origen en la edad media, cuando las cosechas de granos, eran atacadas por bandadas de cuervos y el hombre para ahuyentarlos acudía a los llamados espantapájaros.
Los señores Bill Finger y Bob Kane en 1941, crearon este personaje encarnado por el Dr. Jonathan Crane, para la publicación número tres de los comics de Batman, donde este último tenía que luchar contra este genio del mal, caracterizado en un espantapájaros, que asustaba a las persona, creando con ello molestias y disturbios en la ciudad.
Todavía el campesino nuestro acude al uso de estos artefactos, con los mismos fines, a pesar de los daños causados al medioambiente, por la cantidad y variedad de pesticidas, los cuales han desplazados a las distintas aves de sus ambientes tradicionales, convirtiéndose de hecho, los químicos usados en los campos agrícolas, en los verdaderos espantapájaros, solo para aquellos que logran sobrevivir al mortal veneno de los productos.
Pero hoy en día se ha combinado la modalidad de los espantapájaros con la tecnología de punta. Es que las noticias nos traen la información, que de una cárcel extranjera, se escaparon varios prisioneros, a pesar de haber quince vigilantes, colocados estratégicamente; pero la sorpresa para la población fue, que la fuga se posibilitó gracias a que trece de los supuestos vigilantes, eran maniquíes o espantapresos, y las cámaras de vigilancia eran simplemente señuelos, pero no tenían sistema alguno conectado a las imágenes.
De seguro que de los prisioneros saber esto, habían intentado la fuga mucho antes y la cantidad de compañeros había sido mayor; porque en realidad, todo el espacio del recinto penitenciario, estaba custodiado por solo dos personas, lo cual era humanamente imposible poder cubrirlo, el resto estaba dispuesto por los muñecos, que hacían la función de supuestos vigilantes y por otro lado las cámaras eran simuladas.
Esperamos que hayamos cultivado algún mensaje positivo, en cualquiera de los rangos de la vida social, cultural o educativo y entender que la verdad reaparece en cualquier momento, cuando la mentira se pretende utilizar como medio de vida, dejando estelas amplias de malos ejemplos y vergüenzas públicas, como le pudo pasar a las autoridades de este penal.
E-mail: amable_guzman@hotmail.com
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