domingo, 5 de febrero de 2012

Margarita ama a Leonel.


Por Venecia Joaquín
Soy débil con las acciones que  envuelven amor. Tienden a convencerme. Más aun cuando a todas luces  es sincero y desinteresado. Margarita ama a Leonel. No hay dudas. Me entere que la chispa surgió, cuando lo vio en el Palacio Nacional desempeñándose como Primer Mandatario de la nación. Ahí comprendió que era el amor de su vida. No vacilo en  unirse en matrimonio y procrear una hija.
Hoy, defiende con vehemencia el espacio que le corresponde como esposa. El que se desprende de que su marido sea Presidente de la Republica, del PLD, de la Fundación Global. Quiere estar cerca, meterse de lleno en su mundo, demostrarle sus afectos. Es posible que por eso aceptara ser candidata Vice presidencial. Dispuesta al sacrificio para seguir con la complicidad de sus directrices. ¡Eso es amor!.
 Pero resulta que  le están pidiendo que tome licencia como Gerente del Despacho de Primera Dama. Se resiste a dejar esa posición, no porque tiene  un presupuesto de 660 millones de pesos, superior al de los ministerios de la mujer y de la juventud sino porque la alejan de su marido. Fue clara al decir “no puedo tomar  licencia como esposa del Presidente ni quiero dejar de ser la esposa de mi marido”.¡Bien por ti!.  Eso es, “amor del negrito”, como dicen en mi campo.
Para la población, es buena noticia saber que su Presidente es cuidado y mimado. Su misión, es agotadora. Tranquiliza saber que cuando llega a su hogar, encuentra una mujer amorosa, descansada, que le soba los pies y ayuda a serenarse. Alguien que no quiere dejar su rol de esposa en ningún escenario.  Siempre a su lado, en las buenas y  malas, en el Palacio Nacional o en Villa Juana. Por Dios, no le pidan  que tome licencia. ¿Alejarse de su marido, de su amor?  ¿Y es loco que están?
 No le empañen su felicidad diciendo que la ley electoral en su artículo 69 establece que  todo empleado o funcionario público que sea postulado por una organización política, desde el momento en que su candidatura sea aceptada por la JCE, quedara suspendido de sus funciones hasta el día siguiente de las elecciones. Eso será para los demás pero no para la esposa del Presidente.
 Tampoco le hablen de que el artículo 80, de la ley de administración pública, prohíbe a las personas que administran presupuesto del Estado, atender intereses de partidos, en el ejercicio de sus funciones. De seguro que cuando hicieron esas leyes, no pensaron en la pareja presidencial que se ama. Urge  que el Congreso se reúna y las cambie.
 Margarita esta dando lecciones de amor. No la interrumpan.  No puede ni quiere tomar licencia como esposa del Presidente ni del marido. Por supuesto, la misma persona.  Solo los que  no saben de amor, le dan matiz político a sus luchas. Es poco romántico que visualicen el Despacho como un puesto público, sostenido con  impuestos del pueblo y que mal utiliza en  campaña politica. En realidad, para ella  es como un trono donde llego por amor. Puede hacer lo que quiera. De ahí que sus actividades no solo son cuestión de nación, en el fondo defiende una gran pasión. ¿Qué podemos hacer?¿Despertarla o dejarla soñar?

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