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Foto: EPA
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La población de los estados de Colorado y Washington por primera vez en la historia del país apoyó la legalización de la marihuana para el “consumo recreativo”.
Sin embargo, las enmiendas a la
legislación de estos estados contradicen claramente las normativas
federales que consideran la posesión de marihuana o cánnabis delito
penal. Todo parece indicar que en Estados Unidos empezará un proceso de
reconciliación de las preferencias locales con las Leyes federales,
motivo de dolor de cabeza para el Ministerio de Justicia y la
Administración de control de drogas que se muestran tajantemente en
contra de la medida. El caso puede llegar a ser objeto de estudio para
la Corte Suprema.
En cualquier caso, Colorado y
Washington deberán recorrer un largo camino, para convertirse en una
“nueva Holanda”. Sin embargo, si en algún momento su iniciativa llega
hacerse realidad, dejarán muy atrás a los Países Bajos, debido a que la
propuesta permite a todos los mayores de veintiún años la posesión para
consumo personal de una onza de marihuana (unos 28,3 gramos) y el
cultivo de hasta seis plantas de cánnabis. Mientras tanto, en Holanda,
la posesión de más de cinco gramos de cánnabis es considerada un acto
punible y el consumo de esta sustancia alucinógena sólo es permitido en
cafeterías especialmente destinadas para ello.
Es muy
peligroso flirtear con las drogas blandas, alerta el catedrático de la
Universidad de Medicina Séchenov, Evgueni Achkáasov:
—La
drogadicción es una enfermedad y es completamente erróneo intentar
combatirla legalizando el consumo de drogas. La legalización de las
llamadas drogas blandas u otras sustancias psicotrópicas es inadmisible.
Las consecuencias serán muy graves, porque uno llega a acostumbrarse y a
adoptar modelos de conducta antisocial, de modo que en la sociedad
arrancan procesos degenerativos.
Los
partidarios de la legalización insisten en que la medida ayudará a
acabar con el monopolio de las redes de narcotráfico y reducirá el
consumo de las drogas duras, tales como la heroína, el éxtasis y demás.
Al mismo tiempo, los impuestos especiales supondrán importantes
beneficios al presupuesto federal.
Los adversarios de
la medida califican de dudosos todos los argumentos arriba expuestos y
vaticinan pérdidas económicas a causa de enfermedades y accidentes
relacionados con el consumo de drogas.
La situación
no es tan simple como podría parecer, opina otro experto, Presidente del
Consejo de control de Instituto de la demografía, migración y
desarrollo regional, Yuri Krupnov:
—La
iniciativa en cuestión oculta los intentos de vulnerar el sistema de
prohibiciones contra la difusión legal de cualquier tipo de droga, la
marihuana incluida, que en estos momentos determina toda la política
mundial de la lucha contra las drogas. No se trata únicamente de que dos
estados quieran legalizar la marihuana, sino de que el orden habitual
de las cosas se quebrará.
Precisamente ésta
fue la reacción de Luis Videgaray, consejero del nuevo presidente de
México. Dado que los principales suministradores de la droga a EEUU son
los cárteles mexicanos, a las autoridades de México les será
extremadamente complicado luchar contra el tráfico de sustancias
prohibidas en México, pero legalizadas en EEUU. “Sería cambiar las
reglas del juego”, apuntó el político de alto rango. (La Voz de Rusia)
Ach/mo/ap
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