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Foto: Flickr.com
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Según los últimos sondeos de opinión pública, un 12 % de los rusos creen en la llegada del fin del mundo que podrá producirse el próximo viernes 21 de diciembre.
En algunas regiones del país,
especialmente en Siberia y Lejano Oriente, la población empezó a
prepararse abasteciéndose con productos de primera necesidad. Por
ejemplo en la ciudad siberiana de Tomsk se puede ver en los escaparates
de algunas tiendas la llamada “cesta apocalíptica” compuesta por un kilo
de arroz, unas latas de carne o pescado en conserva, velas, cerillas,
bolígrafo, cuaderno, aspirinas, jabón y, desde luego, una botella de
vodka. La propuesta goza de una gran popularidad entre los compradores.
La psicóloga Irina Lukiánova explicó a la Voz de Rusia las causas de la histeria colectiva:
La psicóloga Irina Lukiánova explicó a la Voz de Rusia las causas de la histeria colectiva:
—La
atención que se da internacionalmente en los medios a la fecha 21.12.12
empuja a las personas a pensar en su propia mortalidad, a darse cuenta
de que no somos inmortales. Quedamos cara a cara con nuestros temores y
nos enfrentamos a preguntas existenciales: ¿Qué habrá después de la
muerte? ¿Qué recuerdo dejaremos a los vivientes? ¿Qué se podrá dejar si
todos nos moriremos? ¿Para qué sirve seguir con la rutina, ir a
trabajar, convencer a los demás, si, al fin y al cabo, el mundo, tal y
como lo percibimos ahora, desaparecerá?
Esta
es la causa fundamental de la histeria en torno al Apocalipsis: crisis
existencial de cada uno que, de ser malinterpretada, puede desatar una
psicosis masiva y una ola de pánico, mientras en un individuo conduce a
estados de ansiedad y depresión, pérdida de ganas de vivir.
Las reacciones de las personas ante la inminente aproximación del fin del mundo son absolutamente diferentes. Unos se apresuran a pagar las deudas, pedir perdón e ir a confesar sus pecados ante Dios.
Las reacciones de las personas ante la inminente aproximación del fin del mundo son absolutamente diferentes. Unos se apresuran a pagar las deudas, pedir perdón e ir a confesar sus pecados ante Dios.
Otros,
al contrario, quieren aprovechar al máximo lo que queda de vida. Muchos
bancos rusos reportaron aumento de las solicitudes de crédito de
consumo en diciembre. La gente pretende abarcar lo inabarcable: se van
de viaje a destinos más exóticos, se tiran con paracaídas, se atreven a
algo que antes jamás se les haya ocurrido. Irina Lukiánova comenta:
—Existe
un tercer grupo de individuos, al que pertenecemos la mayoría de los
rusos. Los guerreros, los que están dispuestos a afrontar el fin del
mundo y luchar hasta el final.
No en vano en
los últimos meses se crearon múltiples empresas que ofrecen sus
servicios para ayudar a sobrevivir la llegada del Apocalipsis.
El viernes sabremos si llega o no, entretanto nadie nos impide seguir preparándonos para las fiestas navideñas. (Radio Moscú)
El viernes sabremos si llega o no, entretanto nadie nos impide seguir preparándonos para las fiestas navideñas. (Radio Moscú)
ap/rl/sn
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