domingo, 5 de julio de 2015

Gumersindo Belliard Góme



CULTURA MUNICIPAL.
LOS MUNICIPIOS. (212)
LA HISTORIA DE MOCA. (61)
Por ARTAGNAN PÉREZ MÉNDEZ
Los que no nacieron aquí.  En la mayoría de los pueblos de nuestro país, hay hombres que honran el lar nativo y otros muchos que aunque no nacieron en nuestro suelo, aquí vivieron, formaron familias, y fueron ejemplares ciudadanos y los consideramos hijos de nuestra tierra.
Entre ellos podemos citar a don Salustio Morillo, don Ulpiano Córdova, Romualdo Mínguez y García, Porfirio Morales, Ángel Morales y otros muchos.
 La presente entrega la dedicamos a don Gumersindo Belliard Gómez.
Nació en el mes de mayo del año 1881, en la Villa de San Lorenzo de Guayubín, donde es posible que iniciara sus estudios primarios elementales.
Buscando nuevo horizontes llegó a la ciudad de Santiago de los Caballeros, donde continuó su educación y entre sus docentes en dicha ciudad recibió instrucciones de las manos del connotado profesor Salvador Cucurullo.
En mayo del 1899 fijó su residencia en Moca y recibió clases de las doctas manos de don Salustio Morillo, de inglés y francés. No conocemos cuál fue el grado escolar que alcanzó en su vida, pero nos consta, pues le conocimos personalmente, que era unos caballeros de buena educación, pulcro en el habla castellana, y de buenas costumbres.
En los años 1915 a 1916, a pesar de las dificultades económicas en las cuales se encontraba el país en ese tiempo, pudo concluir la terminación de su casa familiar y de negocios: La Casa Belliard ubicada en la esquina que forman las actuales calles Presidente Vásquez y Colon de nuestra ciudad.
Para la construcción de su casa de dos niveles, fue necesario que primero realizara un gran relleno de terreno, porque en esa esquina las construcciones así lo exigían debido a la pendiente del terreno.
Gumersindo Belliard Gómez contrajo matrimonio con la dama Mercedes Sosa, que suponemos nativa de este municipio de Moca.
Se dedicó al comercio y “La Casa Belliard” fue muy prestigiosa en nuestra lar nativo y así se mantuvo hasta la época de la recesión económica que se inició en los años anteriores a la ocupación americana.
Gumersindo Belliard se preocupó por brindar buena educación a sus hijos. Los tres varones, que respondía a los nombres de Rafael Guarocuya, mejor conocido como Enriquillo o Quillo Belliard, Bienvenido y Gumersindo hijo, conocido como Sindito. Los tres fueron profesionales graduados en la vieja Universidad de Santo Domingo.
Suponemos que las del sexo femenino Estela, Filomena, Gladis y Ligia, es posible que alcanzaran los estudios del bachillerato, pues quien escribe fue alumno, en el segundo curso de la escuela primaria, de Gladis, mejor conocida como Cucuta Belliard Sosa.
La recesión económica de los años veinte, arruinó casi todo el comercio local y también a la Casa Belliard, la cual después de tienda de zapatos de primera calidad, extranjeros, se vio disminuida considerablemente. Pero las dos hijas mayores de don Gumersindo Belliard, Estela y Filomena se destacaron como modistas con prestigio en el arte de la costura, que trascendió hasta la ciudad de Santiago de los Caballeros.
Don Gumersindo Belliard Gómez era todo un caballero, en su forma de hablar o expresarse, de vestir y en sus modales personales.
Se cuenta que en la primera visita que hizo el dictador Trujillo Molina a Moca, a caballo, cabalgó por la “cuesta Belliard” en su montura y alcanzó a ver, erguido y gallardo en la esquina de su casa, al caballero Gumersindo Belliard e impresionado por su porte preguntó a uno que le acompañaba: “¿quién ese señor de porte tan elegante” y frente a la  respuesta,   posteriormente lo designó Gobernador de la provincia Espaillat.
Con anterioridad al inicio de la dictadura trujillista, don Gumersindo Belliard Gómez, fue presidente del Ayuntamiento de Moca de 1912 a 1913 y en un segundo período de 1924 a 1928.
Don Belliard fue presidente de La Cámara de Comercio de 1926 a 1927, miembro de las directiva de la sociedad Luz del Porvenir, del Centro Ariel y del Club Recreativo de Moca, y de la Junta pro construcción del templo de Nuestra Señora del Rosario de Moca.

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