CULTURA MUNICIPAL
LOS MUNICIPIOS. (231)
Por ARTAGNAN PÉREZ MÉNDEZ
ARTAGNAN PÉREZ MÉNDEZ |
El padre Romualdo Mínguez y García. (Continuación) El Padre Mínguez decidió
preparar el sermón de Las Siete Palabras con música sacra, para sustituir Los
Maitines que terminaban con el cierre de las puertas del templo, porque aprovechándose
de la oscuridad, algunos presentes comenzaban a dar golpes desacompasados, los
cuales asustaban a las damas y se acompañaban de gritos y alborotos.
En los tiempos del padre Mínguez,
la Semana Santa era muy concurrida y cada día salían las procesiones de
costumbre: el lunes con Jesús en la
Columna , el martes Jesús en la Peña , el miércoles el
Nazareno. El jueves Santos se celebraba El Mandato y el lavatorio de los pies y
el viernes la Muerte
de Jesús y la predicación del sermón de Las Siete Palabras.
Después de la erección de la
parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, la procesión del Nazareno sale desde ésta
parroquia, tradición que se conserva hasta los presentes tiempos.
LAS NAVIDADES EN LOS TIEMPOS DEL PADRE MINGUEZ. La celebración de las navidades en Moca, en los tiempos del padre
Mínguez, incluía las misas de aguinaldo, costumbre que se conserva en los
presentes tiempos,
Una de las preocupaciones
pastorales del padre Mínguez fue unir las familias, por el sagrado vínculo de
matrimonio religioso. En muchas cartas se refiera a la campaña que había
iniciado para casar a parejas unidas fuera del sacramento del matrimonio. Es
así, que el 25 de febrero de 1888 le expresa al Superior que esperaba celebrar
el matrimonio religioso de 200 parejas. Por eso, cuando se aprobó la ley de
divorcio, la reacción del Padre Mínguez fue muy airada.
El 28 de mayo de 1895 el padre
Minguez le comunica al Arzobispo “que el pueblo de Moca ha acogido con beneplácito
e interés su Carta Pastoral sobre el divorcio. En cambio, se manifiesta molesto
el 22 de abril de 1897 con un hijo de Carlos Guzmán, “que estuvo preso hace
poco” por el hecho de éste haber escrito a favor del divorcio, en el periódico
El Timbre, en compañía de un puertorriqueño de apellido Quiñones, quien vino al
país con el padre Rusterucci y luego estuvo complicado en la muerte del general
Pablo Mamá en Neyba y fue confinado a Macorís y después vino a con el a Moca
con el señor Morillo.
El 13 de enero del año 1900 el
padre Mínguez hace un comentario sobre las influencias de algunas personas en
la vida del país.
Refiriéndose a Leonte Vásquez
dice: “que a pesar de haber sido discípulo del padre Billini en el colegio San
Luis Gonzaga, siempre fue de poca religiosidad y que en ese aspecto había
empeorado después que estuvo de cónsul en Nueva York”.
Termina expresando que un
hermano de Leonte, llamado Horacio Vásquez, , casado con Trina de Moya, tampoco
tiene buenas ideas religiosas, pero al menos, le permite a su esposa cumplir
con su fe y hasta la alaba por ello.
EL PADRE MÍNGUEZ Y LA POLÍTICA. El 15 de diciembre de 1884, cuenta a Meriño que fue
puesto en la candidatura de los dos partidos y que cortésmente agradeció que hubieren
pensado en él pero que declinó gracias a las recomendaciones de su superior.
El 15 de diciembre de 1884 le
informa que don Casimiro de Moya ha conseguido objetos valiosos en las ruinas
de La Vega y que Santiago Acosta, residente en las cercanías de las ruinas, le
había conseguido esqueletos de arenques de gallo cuyas espuelas estaban en buen
estado.
El 3 de junio de 1893 Minguez
agradece al Arzobispo las atenciones que dispenso a sus a sus recomendados:
Grises y Fleche y le avisa que le enviará un relicario de oro, con doble
vidrio, teniendo a un lado la figura de la Virgen del Rosario y del otro la de san José, obra
del pintor y tallador mocano Benito Vásquez, músico y escultor, que ha hecho
muchos “santos” en tiempo del padre Silvestre Núñez, quien falleció en Moca, el
20 de octubre del 1872. (CONTINUARÁ)
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