DIVERTIMIENTOS
EL ÑAME
Ñame es voz del Congo en el Africa ecuatorial. Planta herbácea y por su condición de yerba es
difícil se le admita en centros sociales,
restaurantes de lujo, donde se da cita nuestra rancia aristocracia o personas
pudientes o al menos, tarjeta-habientes.
Las plantas herbáceas son las de aspecto de hierbas. Plantas endebles, cuyas
partes aéreas mueren después de crecer
los frutos, como sucede con algunos intelectuales que mueren con posterioridad
a sus grandes producciones literarias o artísticas.
El ñame tiene
su familia: las dioscóreas.
Como ocurre con
muchas familias, el ñame a veces es confundido.
Un día un ñame le dijo a una mandioca: “ no me confundas con la batata
edulis, que es el boniato de los cubanos, el camote de los mejicanos, el apichú
de los peruanos, la jetica de los brasileños y la batata de los dominicanos”.
La verdad es: hay muchos ñames.
Ñame es en lenguaje vulgar, cualquier cosa grande, sin excepción genital. Ciertamente,
un día un chofer, viendo a una señora de pies en una esquina le dijo al pasajero: “fíjese que ñame tiene esa
mujer”. Ella no tenía nada en las manos, ni portaba bolso alguno por lo que el
pasajero le respondió: “No le veo ñame alguno”.
Entonces el chofer se colocó las dos manos sobre el pantalón
y quedó evidente a que “ñame” se
refería.
Un día pasaba
un señor frente a un templo en cuya puerta había un hombre maltrecho, retorcido y le dijo al acompañante: “Mire que ñame está
parado en la puerta de la iglesia.”
También se oye a algunos decir: “en el gobierno y la judicatura tenemos muchos ñames”.
A un señor le gustaba mucho la batata, pero no quería
saber de los ñames. Murió desconociendo las cualidades afrodisíacas que se le
han descubierto. Ese señor un día le
dijo a otro: “No me gusta ninguna de las 200 especies de ñames: ni el de China,
ni el de Guinea, ni el Negro, ni el de la India, ni el
Blanco, ni el Rosa, ni el amarillo y mucho menos el ñame Cimarrón.
Alguien le observaba a un amigo que el ñame tiene materias nutritivas y se
preparan sabrosos platos con el ñame. El amigo le respondió: ¡Ñema para ti!
El amigo persona de finos
modales le dijo con voz agria: “Esa palabra es una vulgaridad”. Pero el
amigo le respondió: “Ñema es como los venezolanos le dicen a la yema de las plantas”.
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